El mañana efímero
A Roberto Castrovido La España de charanga y pandereta, cerrado y sacristía, devota de Frascuelo y de María, de espíritu […]
A Roberto Castrovido La España de charanga y pandereta, cerrado y sacristía, devota de Frascuelo y de María, de espíritu […]
Una noche de verano -estaba abierto el balcón y la puerta de mi casa- la muerte en mi casa entró. […]
Yo voy soñando caminos de la tarde. ¡Las colinas doradas, los verdes pinos, las polvorientas encinas!… ¿Adónde el camino irá? […]
… Fue un tiempo de mentira, de infamia. A España toda, la malherida España, de Carnaval vestida nos la pusieron, […]
Heme aquí ya, profesor de lenguas vivas (ayer maestro de gay-saber, aprendiz de ruiseñor) en un pueblo húmedo y frío, […]
Daba el reloj las doce… y eran doce golpes de azada en tierra… … ¡Mi hora! – grité–… El silencio […]
A José Ortega y Gasset El ojo que ves no es ojo porque tú lo veas; es ojo porque te […]
Yo, para todo viaje -siempre sobre la madera de mi vagón de tercera-, voy ligero de equipaje. Si es de […]
Amada, el áurea dice tu pura veste blanca… No te verán mis ojos; ¡mi corazón te aguarda! El viento me […]
He andado muchos caminos he abierto muchas veredas; he navegado en cien mares y atracado en cien riberas. En todas […]