Poesía española

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Dikt Reencarnacion

CONSEJO PREVENTIVO

Lo que el hombre sembrare en todo aspecto
Tendrá que cosechar con claro efecto.
La maldad o bondad de sus acciones,
Con un amigo o con cualquier prospecto,
Seguro va a tener repercusiones.
No por fuerza en los días y ocasiones
Que vivimos del tiempo ahora selecto,
Sino a lo largo de eternal trayecto.
Acumular maldad sin restricciones
No ayuda a nuestro empeño sin defecto,
Que el espíritu eterno, santo y recto
Busca lograr en sus reencarnaciones.
Amar a los demás sin excepciones
Es camino de paz, amplio y directo
Al triunfo de sagradas comuniones
Con el único Dios, el Ser Perfecto.

l

CRISTO EL MESIAS CONFIRMO SU ORIGEN

Reencarnar fue enseñanza primitiva
Comprobada con múltiples razones,
Que la Escritura en muchas alusiones
Con perífrasis da sin disyuntiva.

Cristo queriendo una respuesta viva
Preguntó quién su espíritu y acciones
Reencarnación creíble era en versiones
Del pueblo que adoraba a la deriva.

Y no les refutó cuando dijeron
Que a ilustres fallecidos los citaban
Aquellos que de niño le creyeron
El Mesías divino al que esperaban.

No contradijo nada… mas lo oyeron
Aceptar que era CRISTO al que miraban…

ll

EL HOMBRE DESCONOCE SU PROPIO ORIGEN

Morir y volver a ser
Es el ciclo de la vida.
La maravilla vivida
Volvemos a recorrer;

Aunque no podamos ver
Con claridad definida,
De Dios es nuestra partida
Y a Él debemos volver.

No acordarse del pasado
Al nacer, bien nos renueva;
Pues reencarna el alma y lleva
Instinto contra el pecado,
Por haber desperdiciado
Un cuerpo que otro releva.

lll

LAS VALLAS QUE CONDUCEN A DIOS

Aquel que con visión afirme el paso
Dando amor fraternal a las criaturas,
Evitará las muchas sepulturas
Que la tierra cobija en su regazo.

Permanecer con Dios en santo lazo
Es destino del hombre en las alturas,
Pero es su cerrazón de capas duras
La que lo hace sufrir largo retraso.

La clave de acortar nuestro camino
La dicta el corazón con voz interna
Que apagamos con zafio desatino;

Mas Dios que exhala caridad paterna
Repone con paciencia y mucho tino
Las vallas que al saltar dan vida eterna…

lV

LOS REBELDES DE DIOS

Es triste constatar sin fanatismo
Que en el fastuoso azul del universo,
Las criaturas de temple más perverso
Son las creadas a imagen de Dios mismo.

El hombre recibió la inteligencia
Como toque final y santo ungüento,
Que lo distingue con sagrado aliento
De otros seres ayunos de conciencia.

La soberana idea del Eterno
Es que luche el humano por ceñirse
áurea corona, que del mundo al irse
Las sienes orle de su ser interno.

Mas la actitud ególatra y mundana
Obliga al ser mortal a reencarnarse,
Con la misma frecuencia al rebelarse
Obrando en contra a la hermandad humana,

Ostentar debe el hombre un genio amable
De amorosa actitud con otros seres
Que junto a él comparten los placeres
En el magno universo incomparable,

Un alter ego del Creador amante
Que sirva de peldaño al que ha caído,
Aunque ingrato éste pise y deje herido
Su decoro en desdén muy humillante.

Por cada trago amargo que gustamos
Al actuar como Dios nos lo sugiere
Reducimos las vidas que requiere
La victoria final a que aspiramos.

El hombre es un espíritu encarnado
Cuyo destino está en el infinito;
Dejando en este mundo su marchito
Vestido corporal tan maculado;

Hasta lograr ese final divino
No ha de dejar la lucha ni un instante,
Aunque impuesta razón humana avante
Muestre a la muerte como su destino.

Lo importante es el alma siempre viva
De nuestro espíritu inmortal que vuelve
A la fuente divina que resuelve
Librarla del penal que la cautiva.

V

LA VIDA ES EL TEATRO FISICO DEL ESPIRITU

El dar a la intuición plena importancia
Con mayor fuerza que a lo conocido,
Nos disminuye colosal distancia
Del innato saber al aprendido.

No es muy fácil para alguien respetable
En la escena científica del mundo,
Enfocarse en un tópico improbable
Que la ciencia descarta en un segundo.

Aquello que se palpa y se analiza
Es materia de sólido sustento,
Mas lo que el ojo humano no revisa
La ciencia deja que lo lleve el viento.

Tiene que reflejarse en microscopio
Cuanto aspire a ser parte del planeta,
En tanto espiritual calidoscopio
Refleja mucho más que una faceta.

Si no se ve, se palpa o se examina
No existe para efectos comprobables
Y el cotidiano usual de esa rutina
Limita los estratos alcanzables.

En el fondo de todo cuanto existe
Un soplo celestial le da la vida.
Ese ‘algo extraño’ que enigma reviste
Responde sólo a nuestra fe crecida,

Que viendo más allá de la materia
Siente el vibrar del invisible espacio,
La mente blinda en dura periferia
Guardándola segura en su palacio.

Al paso del vivir, el desencanto
Llega sin más aviso ni más nota,
Casi siempre con pálido quebranto
Que no hace ruido y de repente brota;

Es un afán de ser protagonista
En el acto final que da vigencia
A este teatro mundano de revista,
Con otro ciclo humano de existencia…

El recorrer del círculo completo
Cubiertos con un cuerpo renovado,
Nos vuelve al plan de la fusión que es reto
Ancestral de unidad por Dios planeado.

Otra esperanza se abre a nuestro empeño
Que con entrega plena nos espera.
Su epílogo deseamos sea el sueño
Inmortal y feliz que nunca muera.

Tenemos la herramienta necesaria
En la intuición o plan de orden divino,
Que guía con certeza imaginaria
Como un apuntador en el camino.

Pero el hombre con ínfulas de sabio
Su propio script actúa desbocado,
Convierte la intuición en un resabio
Indigno de confianza a su dictado.

Por eso el hombre cada vez se hunde
Con más profundidad en su extravío,
Y en libros de hombres cada día infunde
Mayor oscuridad a su albedrío.

Esta puesta en escena se repite
Ciclo tras ciclo en infinito drama,
Donde el hombre imprudente no permite
A la intuición el rumbo que reclama;

Esa fiel y oportuna compañera
Ampara al hombre por la senda oscura,
Y aunque a la mente luzca traicionera
Conduce el alma por la vía segura.

Cuando el humano pasa por la tierra
Dejándose llevar por los divinos
Mandatos de intuición, y a ellos se aferra,
Hasta Dios lo dirigen sus caminos,

Y permanecerá en el paraíso
Fusionado al Señor de las alturas,
Que fue su origen y El que justo lo hizo
Para vida inmortal sin ataduras.

Vl

SOMOS LOS SERES DE INMORTAL DESTINO

No hemos llegado a ser
Lo que previmos,
Cuando planeamos
Regresar a un cuerpo.
Neblina en la memoria
Nos impide
Conscientemente
Continuar la obra.
Por eso es importante
Concentrarnos
En el fin verdadero
Del camino.
No es volvernos fuertes
Y opulentos,
Ni tratar con desdén
Al ignorante.
Sino que al orientar
Al que no sabe
Logramos escalar
Muchos peldaños,
En la escala de Dios.
La que nos lleva
Al espacio asignado
Y deslumbrante,
Junto al dueño
Y Señor del Universo.
La estatura y tamaño
De tal logro,
Reduce a microscópica
Importancia
Cualquier conquista
Que en el mundo sea
Y parezca de inmensa tesitura.
Dejemos ya de navegar
Sin brújula,
Nuestro objetivo
No es para este mundo.
Somos seres
De espíritu incesante
Que a encumbrarnos debemos
Día con dia.
Hasta que llegue
La fusión deseada
Del destino final.
No hay opción
A escoger.
Es importante
Que sin pausa
O descanso,
Busquemos el sinfín;
El túnel invisible
Que conduce
Al espíritu inquieto
Que presiente
Que no es su hogar
El globo de agua
Y tierra,
En el que habita
Y trabaja con empeño.
Más allá, el muro negro
Que obnubila
Con destellos
De rayos invisibles
Nuestros ojos
De humanos limitados,
No permite mirar
Las maravillas
Que nos envuelven
Con divina espuma,
Y nos libran del mal;
Las manos de insensibles
Apapachos,
Que enderezan el rumbo
Equivocado
De nuestra terquedad.
Pon en Dios tu confianza
Y tus anhelos.
Él y sólo Él
Te ayudará.
Él está a la vuelta
De esa esquina
Que no quieres doblar,
Y está también
En el rincón que espera
Tu visita final….

Vll

VOY A VOLVER A SER

En el umbral del misterioso Seno
Que la Escritura cita con vehemencia,
Siento que estoy ya casi en la presencia
Del padre Abraham, y con intento bueno
Es mi esperanza hallar un cielo ameno
Donde el rico mendigue el pan tirado
De la mesa de Lázaro, y su estado
Sea el del paraíso cuyo encuentro
Fue de Jesús y Dimas en el centro
Del mundo espiritual tan anhelado.

Desde niño fui tardo en mis enojos
Orientado en la fe de los cristianos,
Aprendí del Señor que son hermanos
Tanto quienes ahuyentan con cerrojos
Como los que comparten sus despojos
A seres que a su puerta dan toquidos
Y son, sin conocerlos, bienvenidos.
Al llegar a este cielo engalanado
Será mi ideal lograr ser perdonado
Por todos los pecados cometidos.

No hay mucho que agregar porque confío
En que estoy a la puerta de ese cielo,
Salvo decir que es el lugar que anhelo
Y, con pasión inusitada, ansío
Sus rincones pisar en mi extravío
Al dejar este cuerpo que aprisiona.
La esperanza es virtud que me ilusiona;
La intuición es un dardo que no hiere;
Pero las dos confortan al que muere
Y le dan una paz que lo emociona.

Con ese pensamiento grato y sano
Me quiero despedir fiel de este mundo
Y regresar a él ya no el inmundo
Ente insidioso, hipócrita y humano,
Que tiró piedras y escondió la mano;
Escogeré vivir humildemente
Procurando Amistad entre la gente
Sin importar su estatus o figura,
Seré un hermano que le dé dulzura
A quien ajenjo abreve en cualquier fuente.

No me critiquen porque piense en serio
Con reencarnar después de este atropello,
Si esta vida fue sólo un mal destello
He de volver a ser, sin el criterio
De sentir como el fin al cementerio.
Yo voy a regresar y cuando sea
Será mi lucha audaz como tarea
Amar a los demás, hasta la meta
Que nos espera al fin con la estafeta
Para morar en la divina aldea.

El Bautista anunció desde el desierto,
Con su antorcha alumbrando aquel camino,
Que el Reino de los Cielos, el destino,
Llegaba al mundo con aviso cierto
Resonando su voz con eco abierto:
«Enderezad la senda, ya está cerca
El Reino de los Cielos» más la terca
Humanidad abyecta y pecadora
No cesó de infringir, hora tras hora,
Su santa regla que a ese reino acerca.

Dios ha de proteger mis intereses
Como el hijo infidente y desgraciado,
En un rincón dejándome a su lado;
Arrepentido como tantas veces,
Recomenzando con sus feligreses
Que también se disponen a otra vida,
Olvidando el pasado, y en la huída
Hacia el plano mortal de la materia
Me dé valor sin la carnal miseria
Que hoy sólo es para mí joya perdida.

Vlll

AL FINAL DE UN CICLO DE VIDA

El círculo del tiempo que me toca
Completará su trazo…
Es la ley de la vida.
No hay motivos que surjan de improviso
Ni una casualidad ingrata que sorprenda…
Simplemente es que se ha completado la tarea
Y hay que comparecer y rendir cuentas.
¿Que desearía un poco más de plazo?
Todos queremos retardar la cita
Cuando llega la hora del adiós.
Claro que quiero ver mi descendencia
Procurarse el sustento,
Sin batallar a un límite de extremo
Y prosperar pisando fuerte los peldaños
Que ayer pisé y que a mi sí me cansaron.
Pero no está en mi fuero decidirlo
Como no estuvo todo lo que hice,
Aunque sí está lo que dejé de hacer
En el bullicio adverso de mis días.
Quisiera ver también nuevas colonias
Donde crezca mi pueblo tan querido;
Pero verlas muy limpias y ordenadas,
Dignas de ser llamadas con cariño
«hogares» y no casas nomás,
Cual edificios tristes y malhechos
Donde sus moradores impotentes
Mitiguen su desgracia y su dolor.
Quiero ver que gobiernos renovados
Asuman con valor el liderazgo,
Dándole a todos paz y seguridad
Que sea ejemplar y que les fortalezca.
En fin, quiero ver en los ojos de los niños
La esperanza de ser grandes y fuertes,
Confiados en adultos responsables
Y en padres amorosos que los lleven
De la mano hacia fuentes promisorias,
Donde la vida sea menos dura
Y la muerte se sienta digna meta.
Pero no será así, porque las cosas
No van de lo mejor en nuestros días.
Debo volver para tener la dicha
De poder ver todo esto que hoy anhelo.
Y volveré, no tengo ni una duda,
Mas serán diferentes mis amigos,
Serán también distintos los lugares
Donde habré de vivir el otro ciclo,
Pero en el fondo de mi ser
Podré seguramente recordar
Lo que dejé de hacer y realizarlo,
Lo nuevo que he de hacer
Que es todo aquello que Dios, el Infinito,
Me ordene nuevamente,
En el plan de otro ciclo de existencia.
Los años pasarán con ritmo altivo
Y yo caminaré contento y firme…
Valió la pena esta experiencia incierta,
De buscar el amor y no encontrarlo
Hasta el fin de los años de mi vida.
Gracias a ti mi amada Evangelina,
Que fuiste mi sostén y mi esperanza,
La esposa más amante
Y la que me salvó del infortunio,
Con amorosa entrega de mujer…
Dios te bendiga.

IX

VIVIR LA ETERNIDAD
(construyendo un alma eterna)

Solamente renace
Quien constante y activo
Sin ser fatuo y altivo
Su alma eterna bien hace.
Seguro desenlace
Le depara el vivir,
Si se ocupa en servir
Al hermano en desgracia,
Para obtener la gracia
De poder revivir.

Pero si con paciencia
Fabricó un alma buena,
Con la mente serena
Y con santa obediencia,
De Dios pronto la esencia
Compartirá dichoso
Y, en célico reposo,
Fusionará triunfante
Su espíritu brillante
Al Todopoderoso.

Aprendamos atentos
Al construir el alma
Y sin perder la calma
Venzamos sentimientos
Indignantes y cruentos,
Buscando la verdad
Con honesta humildad,
Y con santa armonía
Vivamos la alegría
Que da la eternidad…



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Dikt Reencarnacion - Antonio R Munguia