Dikt Al dolor de una mujer
Antes de conocerlo era vital y hermosa,
Un surtidor de gozo y alegría,
Su risa congregaba y era un conjuro mágico
Que mataba nostalgias y tristezas
Y ahuyentaba las penas y la melancolia.
Su mirada de miel, traviesa y maliciosa
Fue por siempre su joya más preciada,
Era rocio fresco en las mañanas
Que alumbraba las noches y los dias
Como una gota de luz en sus pestañas.
Cuando él llego a su vida
Con ropajes de amor y de esperanza
Ella dejo el paisaje de flores y de trinos
Que habia en su ventana
Para irse a vivir muy cerca de la gloria,
En la esquina del beso y la confianza.
Con treinta y tres eneros y muchas experiencias
Se graduo como novia enamorada,
Y, como cuando tenia quince abriles
Se soño con pañales y con nanas,
Desamarró su blusa y temblorosa
Se jugó el corazon con malas cartas.
Después de conocerlo y de quererlo
Con toda la pasión que el despertara,
Una mañana se marcho en silencio,
La desnudo de besos y caricias,
Rompio la nube, destrozó sus sueños
Y se llevo la miel de su mirada.
Ella quedo asombrada, como ave sin su nido
El peso de su ausencia le borró la sonrisa
Y dibujó en sus ojos un paisaje de olvido.
Se torno dura y fria, una vieja sin años,
Un barco a la deriva con el norte perdido.
Ojala que mi amiga si volviera a encontrarlo,
A el, al tan mal ido,
Le pida le devuelva la risa de su boca,
Sus ganas de vivir, sus ilusiones,
Su alegre despertar en las mañanas
Y ante todo, esa dulce mirada que alumbraba
Como gota de luz en sus pestañas.