El autor Carmen Alardín

Tú que estabas, estás y vas conmigo por la vuelta inconclusa de las horas cuéntame qué tan hondo vacío el […]

Lo que la mar arroja no son únicamente iniquidades. De cuando en cuando el tiempo se amotina para corporeizar nuestros […]

Llena está el agua del dolor de los postes y la añoranza de las avenidas. De la canción que brota […]

Para decir azul no es necesario tener el cielo entre las manos, basta lavar el alma cada día y arrancar […]

Va el hombre con su hermano asesinado y el viento no ha perdido la costumbre de modelar el mar. A […]

Era todo tan leve como el punto más liviano del sol cuando amanece. Era todo tan suave como el higo […]

Has bajado el telón porque una mancha de duda ensombreció los escenarios. Un héroe mutilado violaba los cadáveres y las […]

Mi mano en el espejo es algo más que un paso derrotándome la carne. Brillan sus cinco dagas temerosas como […]

Escucho a Bach consciente de que esa piel que te envuelve es la misma que ahora me circunda que me […]

Hay un abismo blanco en todo lo que pisas y un enorme vacío para llenar el mar, un insondable pozo […]

Si no vienes hoy te sacaré de tu sombrero cordobés, como si fueras un palomo de alas níveas. Si no […]

Y no regreses nunca por el mismo camino. Espera que los vientos remuevan las montañas y que la selva cambie […]

Me duele verte vivir sentir el río de tu cuerpo lleno de barcos y arrecifes. Me duele ver que te […]

La luna vieja reflejada sobre el pozo, yendo a pasear de la mano entre los árboles. De la mano del […]

Es que alguna mañana despertamos, y ya no padecemos por lo que tanto ha muerto. Nos vamos poco a poco […]

Aquí me tienes al alcance de tu alma y a merced de tus ojos, protagonista de una historia que no […]

¿Serás la música mañana o serás simplemente el fugitivo huésped de la canción? ¿Serás el esencial y adormecido lirio de […]

En mi aposento tengo un prisionero que no soy yo, que no eres tú, que no es aquel que nos […]

Nada de nuevo al mar podemos darle que los restos de todos los naufragios. Su lindero infernal nada permite bajo […]

Y si supieras sólo la mitad de lo que le he contado hoy a mi alma, ya no protegerías mis […]