El autor Clarinda

La mano y el favor de la Cirene, a quien Apolo amó con amor tierno; y el agua consagrada de […]

Seguía su soberbia el arrogante, amaba la crueldad el sanguinoso, y el avariento el oro rutilante. Era Dios la lujuria […]

Y vosotras, antárticas regiones, también podéis teneros por dichosas, pues alcanzáis voto, como en otras cosas. ¿Dónde vas, Musa? ¿No […]