Dikt Efímero encanto
Tan tibias son esas caricias tenues,
De las manos de la brisa matinal,
Y pienso que tal vez de mí te acuerdes,
Como el invierno al dulzor primaveral.
Sonoros son los ecos de la linfa,
Que juegan en las piedras del riachuelo,
Y creo entusiasmado que una ninfa,
Solloza de dolor, sobre un pañuelo.
Los rosales me obsequian impresiones
Del color de tus mejillas inocentes,
Que un día me llenaron de ilusiones.
Y al pensar que resultaste un mito,
Derramo tristes lágrimas silentes,
Sobre las hojas de un clavel marchito.