Aída
La primera brasa que tuve se llamaba Aída. Tenía el pelo alegre como un trigal sembrado en una perla, y […]
La primera brasa que tuve se llamaba Aída. Tenía el pelo alegre como un trigal sembrado en una perla, y […]
Señorita: Usted es una primavera total, definitiva. Si en la vida todo el mundo se pareciera a usted, no existiría […]
María Twist era alegre, muy alegre, reía, cantaba, y nada tenía para ella el más mínimo valor. De punta a […]
Señorita: Yo viví en un país que cantaba. Cantaba con los fuertes brazos y los desnudos pies de sus indígenas. […]
A veces me parece que no debo continuar navegando en tu marea, que con furia la proa me golpea… Y […]
Los soldados, señorita, son tan humanos como usted. Ellos también tienen sueños, anhelos y esperanzas. No, no están hechos de […]
Tú estás segura de que yo te amo. Pero también estás segura de otras cosas que nos amarran, que nos […]