Dikt Estaciones del azar
Rosa Alice Branco
Encender un fuego por la sombra de la llama.
Atizar luz en la mirada del tiempo olvidado.
Así un cuerpo (de ella) dice como desea
ser escrito por otro (de él) que lo visita.
Enseñar al cuerpo cómo salir de sí.
Trazar equidistancias entre las caídas.
Los pormenores del fuego (ella afianza)
son el mejor regazo al interior de la mirada.
Y lo fija con tanto esmero que los pliegues
del cuerpo se desnudan ante el ruido de los pasos
(de ella) que son vestigios de la sumisión
de las ropas (de él).Por dónde el enigma
apura sus armonías? Por dónde aprende
un cuerpo a deletrear al otro? (ella no lo dice)
Vaciar la noche de vicios que la definan.
Dejarla sin oportunidad de reconocerse.
Quedarse esbozando un tratado de tinieblas
requiere una ceguera exacta en cada afecto.
Quién plagiaría el suicidio o la ruina?
Los dones son mecánicos, una fábula gastada?
En el tumulto de los cuerpos descubriéndose
uno deletrea el día, el otro deslinda la noche.
Cuál riesgo dibuja la lengua al pasar
de una boca a la otra? Un cuerpo (ella lo tienta),
al caer en otro, es en sí que repercute.
El amor palpa entre nódulos (él medita).
Una atracción sublime por las disonancias
parece eludir la caída de los cuerpo amorosos.
Lo que tienes en el vientre (dice él) es el abismo
del que me sirvo para alcanzarme un día.
Apenas el azar resguarda tales planos (ella).
Los cuerpos sondean el pender por el extremo.
Atizar la luz en la mirada del tiempo olvidado.
Encender el fuego por la sombra de la llama.