Al hombre que cavila A solas con su espejo, con su rostro, Una mano lejana le llama en la memoria, […]

¿Y por qué no renuncias…? Nunca podrás colmar la blanca página (aquí ruedan las piedras del río de la nada). […]

Pero queda en algún lugar de la memoria Una ferviente voz Que nos sale al encuentro, Nos saca del camino […]

De la piel desgastada de sus nombres Se han ido desprendiendo los objetos, Las cosas que envolvían. Quieto está nuestro […]

La llamarada azul de la mañana Por tus ojos. Y un jugo de continua Primavera en el fruto partido de […]

Si es piedra detenida, Quién hará que camine este tiempo y hará Que camine y que siga Esta pobre esperanza, […]

Entrad todos conmigo en este bosque, Porque en sus musgos tibios Acariciar podréis la suave axila De nuestra madre tierra […]

Se abre la noche. De la montaña baja Agua de Luna. * En el tejado El musgo ha florecido. Nadie […]

Piedra bebemos en la delgadísima savia de los musgos. Porque sabed que es humana la piedra con su musgo Y […]

Decían unos labios: Algunas violetas Nacieron por la noche en las aceras. Desde el rincón más puro de la tierra […]

Toda la luz del día se aquieta en los espejos. Detrás de los cristales Ese mundo que gira (de qué […]

Poned un poco de muerte cuantitativa – Mente relevante: Desastres naturales; Por ejemplo, Montañas derrumbadas, Huracanes con nombre de mujer, […]

No es su tiempo el del hombre. Es tiempo inasequible el de este árbol -hasta la mar su imagen Y […]

Ya viene la blanca niña, Ya viene la niña blanca Al pie de la fuente fría Que por el oro […]

O vaciar día a día El hondo vaso amargo, El vaso de este tiempo medido hasta los bordes, O bajar […]

¿Qué hacer ahora con toda esta nuestra esperanza Sino ver en qué para Aquel que está sentado A la puerta […]

La paraula d´un home fa visible el real Pere Gimferrer Porque si dices árbol Hay uno que se yergue Al […]

Un árbol vive y puede pero no clama nunca Ni a los hombres mortales arroja nunca su sombra V. Aleixandre: […]

Pasan las buenas gentes, Los que no tienen parte en la palabra, Y buscan sus rincones. Preferirán hablar a solas […]

En sus aguas se pudren Aquellos ojos todos, Y los cuerpos aquellos, Remolinos de sombras Que un día se miraban. […]