Dikt Orfeo y eurÍdice
-Para bajar a los infiernos,
Región de sombras y de llanto,
De duelos y castigo eternos,
Demás están túnica y manto,
Hay más, si Orfeo es el poeta,
Si lo que creó la fantasía,
Presa es del vulgo a quien inquieta,
Eurídice es la poesía.
Ambas las cosas aparecen
En la pintura portentosa
De Pablo Rúbens, ?y se ofrecen
En la Simbólica, una cosa.
Fue de las nupcias en la hora.
Tal vio Eurídice a Aristeo,
Rudo pastor, que ante la Aurora,
Corrió a ella, presa del deseo.
Huyó al azar tanta belleza,
Y cuando así la planta mueve,
Hollada acaso en la maleza,
Mordió una sierpe el pie de nieve.
La sierpe, dura realidad,
Al vulgo rígido arrebata
La vaporosa Idealidad.
El quiere asirla; ella la mata.
Desciende Orfeo que delira,
Al rojo Infierno, a quien asombra
Que extienda su poder la lira
Hasta los reinos de la sombra.
Y el Hades triste: – Toma dice,
Toma tú Eurídice, y advierte
Que perderás si ves, a Eurídice,
Dentro del reino de la muerte.
Fatalidad! No pudo Orfeo
Con el ideal a quien desposa,
Dejar de ser como Aristeo,
Y huyó la imagen vaporosa.
Sentáronse a la sombra de una encina
Los viajeros, y al poema de Eurídice
Con voz opuso entonces peregrina
Erato un poema que las penas dice
Que sufrió por amor Psíquis divina.