Dame la mano
A Tasso de Silveira Dame la mano y danzaremos; dame la mano y me amarás. Como una sola flor seremos, […]
A Tasso de Silveira Dame la mano y danzaremos; dame la mano y me amarás. Como una sola flor seremos, […]
Niñita de pescadores que con viento y olas puedes, duerme pintada de conchas, garabateada de redes. Duerme encima de la […]
Creo en mi corazón, ramo de aromas que mi Señor como una fronda agita, perfumando de amor toda la vida […]
Ahora son los adioses que por un golpe de viento se allegan o parten; así son todas las dichas. Si […]
Todo adquiere en mi boca un sabor persistente de lágrimas: el manjar cotidiano, la trova y hasta la plegaria. Yo […]
¿Y las pobres muchachas muertas, escamoteadas en abril, las que asomáronse y hundiéronse como en las olas el delfín? ¿A […]
Como escuchase un llanto, me paré en el repecho y me acerqué a la puerta del rancho del camino. Un […]
La vieja Empadronadora, la mañosa Muerte, cuando vaya de camino mi niño no encuentre. La que huele a los nacidos […]
Me toca en el relente; se sangra en los ocasos; me busca con el rayo de luna por los antros. […]
– A veces, mama, te digo, que me das un miedo loco. ¿Qué es eso, di, que caminas de otra […]
Entre los gestos del mundo recibí el que me dan las puertas. En la luz yo las he visto o […]
A D. José Vasconcelos Árbol hermano, que clavado por garfios pardos en el suelo, la clara frente has elevado en […]
Los huesos de los muertos hielo sutil saben espolvorear sobre las bocas de los que quisieron. ¡Y éstas no pueden […]
A la cara de mi hijo que duerme, bajan arenas de las dunas, flor de la caña y la espuma […]
La mesa, hijo, está tendida, en blancura quieta de nata, y en cuatro muros azulea, dando relumbres, la cerámica. Esta […]
Madre, madre, tú me besas, pero yo te beso más. Como el agua en los cristales, caen mis besos en […]
Y después de tener perdida lo mismo que un pomar la vida, -hecho ceniza, sin cuajar-, me han dado esta […]
Anda libre en el surco, bate el ala en el viento, late vivo en el sol y se prende al […]
Yo no quiero que a mi niña golondrina me la vuelvan; se hunde volando en el Cielo y no baja […]
Esta agua medrosa y triste, como un niño que padece, antes de tocar la tierra desfallece. Quieto el árbol, quieto […]
Padre nuestro, que estás en los cielos, ¿por qué te has olvidado de mí? Te acordaste del fruto en febrero, […]
Me encontré este niño cuando al campo iba: dormido lo he hallado en las espigas… O tal vez ha sido […]
Que mi dedito lo cogió una almeja, y que la almeja se cayó en la arena, y que la arena […]
Señor, tú sabes cómo, con encendido brío, por los seres extraños mi palabra te invoca. Vengo a pedirte por uno […]
Yo sueño con un vaso de humilde y simple arcilla, que guarde tus cenizas cerca de mis miradas; y la […]
Si yo te odiara, mi odio te daría en las palabras, rotundo y seguro; ¡pero te amo y mi amor […]
Piececitos de niño, azulosos de frío, ¡cómo os ven y no os cubren, Dios mío! ¡Piececitos heridos por los guijarros […]
I Del nicho helado en que los hombres te pusieron, te bajaré a la tierra humilde y soleada. Que he […]
A Teresa y Enrique Díez-Canedo Dejaron un pan en la mesa, mitad quemado, mitad blanco, pellizcado encima y abierto en […]
Madrecita mía, madrecita tierna, déjame decirte dulzuras extremas. Es tuyo mi cuerpo que juntaste en ramo; deja revolverlo sobre tu […]
Yo canto lo que tú amabas, vida mía, por si te acercas y escuchas, vida mía, por si te acuerdas […]
A Alfonsina Storni I ¡Un hijo, un hijo, un hijo! Yo quise un hijo tuyo y mío, allá en los […]
I La tierra se hace madrastra si tu alma vende a mi alma. Llevan un escalofrío de tribulación las aguas. […]
A Marcos F. Ayerza Columpiamos el santo perfil del pan, voleando la espiga de Canaán. Los brazos segadores se vienen […]
¿A qué? ¿A qué? La casa y la huerta, nueva mañana, a qué el mar aunque me embriague, aunque él […]
¡Yo no tengo soledad! Es la noche desamparo de las sierras hasta el mar. Pero yo, la que te mece, […]
A Emma y Daniel Cossio I Cajita mía de Olinalá palo-rosa jacaranda. Cuando la abro de golpe da su olor […]
Ya me voy porque me llama un silbo que es de mi Dueño, llama con una inefable punzada de rayo […]
Amado Nervo, suave perfil, labio sonriente; Amado Nervo, estrofa y corazón en paz: mientras te escribo, tienes losa sobre la […]
Es verdad, no es un cuento; hay un Ángel Guardián que te toma y te lleva como el viento y […]
A Amira de la Rosa Mientras tiene luz el mundo y despierto está mi niño, por encima de su cara […]
A doña Graciela de Menéndez. Nacieron esta noche por las quebradas liebre rojiza, vizcacha parda. Manar se oyen dos leches […]
Soy cual el surtidor abandonado que muerto sigue oyendo su rumor. En sus labios de piedra ha quedado tal como […]
¿Cómo quedan, Señor, durmiendo los suicidas? ¿Un cuajo entre la boca, las dos sienes vaciadas, las lunas de los ojos […]
Si te ves herido no temas llamarme. No, llámame desde donde te halles, aunque sea el lecho de la vergüenza. […]
Azul loco y verde loco del lino en rama y en flor. Mareando de oleadas baila el lindo azuleador. Cuando […]
Día, día del encontrarnos, tiempo llamado Epifanía. sin frenesí sobre los pulsos que eran tumulto y agonía, tan tranquilo como […]
Yo tengo una palabra en la garganta y no la suelto, y no me libro de ella aunque me empuje […]
A Arturo Torres Rioseco I ¡Cristo, el de las carnes en gajos abiertas; Cristo, el de las venas vaciadas en […]
Tres árboles caídos quedaron a la orilla del sendero. El leñador los olvidó, y conversan, apretados de amor, como tres […]