Poesía española

Poemas en español


Dame la mano

A Tasso de Silveira Dame la mano y danzaremos; dame la mano y me amarás. Como una sola flor seremos, […]

Canción de pescadores

Niñita de pescadores que con viento y olas puedes, duerme pintada de conchas, garabateada de redes. Duerme encima de la […]

Creo en mi corazón

Creo en mi corazón, ramo de aromas que mi Señor como una fronda agita, perfumando de amor toda la vida […]

Despedida

Ahora son los adioses que por un golpe de viento se allegan o parten; así son todas las dichas. Si […]

Coplas

Todo adquiere en mi boca un sabor persistente de lágrimas: el manjar cotidiano, la trova y hasta la plegaria. Yo […]

Canción a las muchachas muertas

¿Y las pobres muchachas muertas, escamoteadas en abril, las que asomáronse y hundiéronse como en las olas el delfín? ¿A […]

El niño solo

Como escuchase un llanto, me paré en el repecho y me acerqué a la puerta del rancho del camino. Un […]

Canción de la muerte

La vieja Empadronadora, la mañosa Muerte, cuando vaya de camino mi niño no encuentre. La que huele a los nacidos […]

Obsesión

Me toca en el relente; se sangra en los ocasos; me busca con el rayo de luna por los antros. […]

A veces, mama, te digo

– A veces, mama, te digo, que me das un miedo loco. ¿Qué es eso, di, que caminas de otra […]

Puertas

Entre los gestos del mundo recibí el que me dan las puertas. En la luz yo las he visto o […]

Himno al árbol

A D. José Vasconcelos Árbol hermano, que clavado por garfios pardos en el suelo, la clara frente has elevado en […]

Los huesos de los muertos

Los huesos de los muertos hielo sutil saben espolvorear sobre las bocas de los que quisieron. ¡Y éstas no pueden […]

Devuelto

A la cara de mi hijo que duerme, bajan arenas de las dunas, flor de la caña y la espuma […]

La casa

La mesa, hijo, está tendida, en blancura quieta de nata, y en cuatro muros azulea, dando relumbres, la cerámica. Esta […]

Caricias

Madre, madre, tú me besas, pero yo te beso más. Como el agua en los cristales, caen mis besos en […]

Serenidad

Y después de tener perdida lo mismo que un pomar la vida, -hecho ceniza, sin cuajar-, me han dado esta […]

Amo amor

Anda libre en el surco, bate el ala en el viento, late vivo en el sol y se prende al […]

Miedo

Yo no quiero que a mi niña golondrina me la vuelvan; se hunde volando en el Cielo y no baja […]

La lluvia lenta

Esta agua medrosa y triste, como un niño que padece, antes de tocar la tierra desfallece. Quieto el árbol, quieto […]

Nocturno

Padre nuestro, que estás en los cielos, ¿por qué te has olvidado de mí? Te acordaste del fruto en febrero, […]

Hallazgos

Me encontré este niño cuando al campo iba: dormido lo he hallado en las espigas… O tal vez ha sido […]

La manca

Que mi dedito lo cogió una almeja, y que la almeja se cayó en la arena, y que la arena […]

El ruego

Señor, tú sabes cómo, con encendido brío, por los seres extraños mi palabra te invoca. Vengo a pedirte por uno […]

El vaso

Yo sueño con un vaso de humilde y simple arcilla, que guarde tus cenizas cerca de mis miradas; y la […]

El amor que calla

Si yo te odiara, mi odio te daría en las palabras, rotundo y seguro; ¡pero te amo y mi amor […]

Piececitos

Piececitos de niño, azulosos de frío, ¡cómo os ven y no os cubren, Dios mío! ¡Piececitos heridos por los guijarros […]

Los sonetos de la muerte

I Del nicho helado en que los hombres te pusieron, te bajaré a la tierra humilde y soleada. Que he […]

Pan

A Teresa y Enrique Díez-Canedo Dejaron un pan en la mesa, mitad quemado, mitad blanco, pellizcado encima y abierto en […]

Dulzura

Madrecita mía, madrecita tierna, déjame decirte dulzuras extremas. Es tuyo mi cuerpo que juntaste en ramo; deja revolverlo sobre tu […]

Yo canto lo que tú amabas

Yo canto lo que tú amabas, vida mía, por si te acercas y escuchas, vida mía, por si te acuerdas […]

Poema del hijo

A Alfonsina Storni I ¡Un hijo, un hijo, un hijo! Yo quise un hijo tuyo y mío, allá en los […]

Dios lo quiere

I La tierra se hace madrastra si tu alma vende a mi alma. Llevan un escalofrío de tribulación las aguas. […]

Ronda de segadores

A Marcos F. Ayerza Columpiamos el santo perfil del pan, voleando la espiga de Canaán. Los brazos segadores se vienen […]

A qué

¿A qué? ¿A qué? La casa y la huerta, nueva mañana, a qué el mar aunque me embriague, aunque él […]

Yo no tengo soledad

¡Yo no tengo soledad! Es la noche desamparo de las sierras hasta el mar. Pero yo, la que te mece, […]

La cajita de olinalá

A Emma y Daniel Cossio I Cajita mía de Olinalá palo-rosa jacaranda. Cuando la abro de golpe da su olor […]

Despedida (2)

Ya me voy porque me llama un silbo que es de mi Dueño, llama con una inefable punzada de rayo […]

In memoriam

Amado Nervo, suave perfil, labio sonriente; Amado Nervo, estrofa y corazón en paz: mientras te escribo, tienes losa sobre la […]

Ángel guardián

Es verdad, no es un cuento; hay un Ángel Guardián que te toma y te lleva como el viento y […]

La tierra y la mujer

A Amira de la Rosa Mientras tiene luz el mundo y despierto está mi niño, por encima de su cara […]

Arrullo patagón

A doña Graciela de Menéndez. Nacieron esta noche por las quebradas liebre rojiza, vizcacha parda. Manar se oyen dos leches […]

El surtidor

Soy cual el surtidor abandonado que muerto sigue oyendo su rumor. En sus labios de piedra ha quedado tal como […]

Interrogaciones

¿Cómo quedan, Señor, durmiendo los suicidas? ¿Un cuajo entre la boca, las dos sienes vaciadas, las lunas de los ojos […]

Si viene la muerte

Si te ves herido no temas llamarme. No, llámame desde donde te halles, aunque sea el lecho de la vergüenza. […]

La ronda de los colores

Azul loco y verde loco del lino en rama y en flor. Mareando de oleadas baila el lindo azuleador. Cuando […]

Día

Día, día del encontrarnos, tiempo llamado Epifanía. sin frenesí sobre los pulsos que eran tumulto y agonía, tan tranquilo como […]

Una palabra

Yo tengo una palabra en la garganta y no la suelto, y no me libro de ella aunque me empuje […]

Al oído de cristo

A Arturo Torres Rioseco I ¡Cristo, el de las carnes en gajos abiertas; Cristo, el de las venas vaciadas en […]

Tres árboles

Tres árboles caídos quedaron a la orilla del sendero. El leñador los olvidó, y conversan, apretados de amor, como tres […]