Dikt TalÓn de aquiles
Lo escuchas desde la orilla remotísima
De la lluvia, aunque la piel
Estremecida se te levanta en llanto
Y las palabras danzan
En el vértigo herido de tu esqueleto.
Lo oyes con los ojos,
Como algo antiguo y perenne que es,
Por sí sólo,
Un sistema válido de correspondencias
Entre la calidez de la piedra
Y la distancia del sentimiento.
Que a lo mejor son amargas circunstancias,
Pero configuran una personalidad compleja.
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