Dikt El misterio sacramental

Señores e amigos, vasos del Criador,
que bevedes la sangne del vero Salvador,
aquí seet devotos, de temprado sabor,
aquí yaz el meollo de la nuestra lavor.

En el día precioso de la pascua mayor
que es resurrección del nuestro Salvador
la su carne comemos, de pan ha el sabor
la su sangne bevemos, ¡grado al Criador!

El pan que sobre’l ara consegra el abat,
en su carne se torna, ésta es la verdad;
el vino torna en sangne, salud de christiandad,
el sabor non acuerda con la proprïedad.

En el pan y el vino, hi finca el sabor,
mas non es pan nin vino, cosa es muy mejor;
cuerpo es de don Christo, el nuestro Salvador;
qui esto non creyesse serié en grant error.

(2 votos, promedio: 2,50 de 5)

Poesia similar:

Misterio gozoso Nunca temió mi sangre jamás borró las lunas de nuestro calendario minucioso construyó alas en la cima de mis nervios […]...

Misterio 1 Por fin entendí La creación como un silencio La paciencia de una estalactita Que lenta y persistente gotea El crujir […]...

Ciudad San Salvador: un tren sobre los guijarros de la noche Vagones apestados de mendigos Avenidas de Dante y Diosmeguarde San […]...

Todo momento tiene su misterio (No siempre el aire que respiramos será suficiente) Reescribo en mi confuso inventario Un poema que se quiebra en tus […]...

Tercer poema de amor A quienes te digan que nuestro amor es extraordinario Porque ha nacido de circunstancias extraordinarias Diles que precisamente luchamos Para […]...

Nostalgia 2 Allá en San salvador debe ser el verano. Y tú estarás doblada – dormida sobre un hombro – Mirando las […]...

Ponme vino en los labios PONME VINO EN LOS LABIOS. Ya no tengo otro afán Que el olvido y la dicha de los líquenes blancos. […]...

La copa Aquí en los techos El vino sabe a cielo, Hoy solo, lo bebo a sorbos. Los tejados Como siempre Airando […]...

Otro primer día de la creación He sentido el sabor y la densidad de un poema rozándome como un ala o como el fru fru de […]...

Amo Amo esas noches románticas Que me dieron El perfume de tu piel Y juntos compartimos Besos sabor a miel. Amo […]...

El Los ojos de tu carne ven el brillo del insufrible sol, tu carne toca polvo disperso o apretada roca; él […]...

El salvador serÁ El Salvador será un lindo Y (sin exagerar) serio país Cuando la clase obrera y el campesinado Lo fertilicen lo […]...

Y esto es un beso? No, no, no y todos los no de la ignorancia. Un beso no es solamente juntar los labios. Un beso […]...

Romanzón Caminantes camineros de Madrid a San Sebastián hemos visto cómo toda la tierra está cantada por el mar. Y al […]...

Dolor tremendo Pienso en los niños pobres de mi tierra… En Colorado Springs no hay gente mala. Cómo quieren al perro y […]...

Vals fúnebre para hermengarda Heme aquí junto a tu sepultura, Hermengarda, Para llorar tu carne pobre y pura, que nadie ……….de nosotros vio pudrirse. […]...

Paraíso final Luchando, cuerpo a cuerpo, nos queremos de veras y es fuego de mi carne la flor de tu mejilla. El […]...

Encontrate Seguiré tus pasos al llegar la noche, Seguiré la huella que me lleva a ti, Seguiré mi vida y sin […]...

Tiempo de recordar Tiempo de recordar: Arena ardida De nuestro tiempo actual en que se siente El flujo de la onda ya perdida. […]...

Soneto iv Un rato se levanta mi esperanza: mas, cansada de haberse levantado, torna a caer, que deja, mal mi grado, libre […]...

JosÉ esparza y clara gutiÉrrez Será siempre el destino, ese desgraciado que torna ahora a preguntarte la hora de salir del abrazo, Del tedio sin […]...

Cuando yo estuve aquí Yo estuve aquí: esta fue mi alma, mi altura, mi verdad, el vendaval, la tempestad en la que zozobraron mis […]...

Versos de otoño Cuando mi pensamiento va hacia ti, se perfuma; tu mirar es tan dulce, que se torna profundo. Bajo tus pies […]...

Nuestro amor Si nuestro amor no fuera, al tiempo que un secreto, un tormento, una duda, una interrogación; si no fuera una […]...

Herido siempre Herido siempre, desangrado a veces y ocultando mi sangre sin riberas llevo mis pasos presos entre nieblas y mis miradas […]...

Poema inmenso En estas tardes tu perfil no tiene línea precisa Pues no hay un límite en tu gesto para el principio […]...

Camisa blanca Las he visto desnudarse y vestirse Y como El Callao Santa Fe Trinidad Se simplifican y diversifican. Y me presento […]...

Soneto a juana rosa transfigurada No ha variado el olor de las violetas porque viven en tu alma, Juana Rosa. Es tu interno jardín que […]...

Esta tierra que piso Esta tierra que piso es la sábana amante de mis muertos. Aquí, aquí vivieron y, como yo, decían: Mi corazón […]...

Soneto de la granada Es mi amor como el oscuro panal de sombra encarnada que la hermética granada labra en su cóncavo muro. Silenciosamente […]...

Manos otoÑales El sorprendente y engañoso calor del otoño es breve, se desliza como un vestido de moda en el perchero; y […]...

Un mundo que ganar Emulsión regeneradora, lucimiento Marga- ret Astor. Ni una sola espinilla sobre la pierna tersa, suave, vispereada con pura cera virgen. […]...

El vino de lesbos Si queréis de mi lira oír los sones, dadme vino de Lesbos que huele a flores. Y si queréis que […]...

Henos Henos aquí, oh Reina de los callados labios, Blanca Rosa en mercurio, andrógino planeta, Henos aquí bajo el augurio de […]...

Cerro de la estrella Aquí los antiguos recibían al fuego Al mediodía las piedras se abren como frutos El agua abre los párpados La […]...

El cansancio eterno Finalizó en silencio mi poema de amor, y no hubo ni ruegos, ni desconsolación, ¿Por qué?… Me está sonando a […]...

¡ a dios va el peregrino! (Acróstico) Congregación de antaño Agrandada en tamaño. Teología moralista y Oráculo ocultista, Liderando un rebaño Ignorante y huraño, Con celo […]...

El pródigo Aquí hay un tibio lecho de perdón y condenas -injurias del amor- para la insomne rebeldía del Pródigo. Sí. Otra […]...

La soberanÍa El guerrillero nicaragüense Augusto César Sandino Dijo a los militares yanquis Que habían invadido Nicaragua: «La soberanía de un pueblo […]...

Dilectus meus mihi (ya toda me entregué y di…) Ya toda me entregué y di, y de tal suerte he trocado, que mi Amado es para mí, y yo […]...