Poesía española

Poemas en español


Dikt Menta

En el viejo sofá
De terciopelo verde,
Lloras por algo que has perdido
Para siempre.

Desde afuera la luna crispa un gesto
De burla, triste y verde.

En un tosco jarrón desportillado,
Llenas de tedio mueren
Algunas flores, todavía
Las hojas están verdes.

De la esmeralda de anillo
Saltan reflejos verdes;
Fosforescencia de luciérnagas
De un tremedal con halito de peste.

El hielo que ha quedado en las copitas
Se ha teñido de verde.

Un distante violín de radio raspa
Una sonata verde
Que estira en trémolos de angustia
Sus rechinantes erres.

Hasta tus ojos – selva, mar, cielo de ocaso-,
Verdes,
Están como escarchados de veneno
De serpiente.

La cara de clown de la luna
Tras las nubes, de pronto, se pierde.

Cuál en los versos lánguidos
Del cojo satírico celeste
La lluvia va tras los cristales
De la ventana, verdes,
Tejiendo – araña del fastidio –
Su interminable velo leve.

Te hallas tan cerca de mí: tan cerca te hallabas,
Que te siento muy lejos, casi ausente.

Ya para mí – qué cosa horrenda!-;
Ya para mi no eres
Lo que hasta hace poco rato fuiste:
La primavera verde;
La ilusión, la esperanza, el amor férvido
Y el pregusto del máximo deleite,
Sino la decepción irremediable,
La fruta verde
Que destempla los nervios
Con su acidez algente.

Mi alma se diluye
En la bruma de ajenjo del ambiente,
En el verdor amargo, glauca nébula
De morbidez que nos envuelve.

Alucinante Salomé, trompo de coágulos
En mi cerebro gira el hada verde.

Todas las cosas vistas y soñadas
Son verdes, verdes, verdes, verdes,
Colibríes, cantáridas, relámpagos,
Profundas noches verdes,
Ojos de los jaguares y las víboras
Bajo los árboles silvestres
Verdosas facies de los perseguidos
Por el delirium tremens,
Cadáveres lamidos por las llagas
De la penumbra verde,
Esqueletos con musgo, fuegos fatuos,
Larvas de pesadilla, blandos vermes,
Viejos estanques con nenúfares,
Tumbas rodeadas por cipreses,
Cobriza herrumbre de los cofres
En las basílicas solemnes,
Sombras que tiemblan con verdor de azufre,
Fantasmas lívidos que encienden
Amarillentos cirios
De tenebrario… Miserere!

Me hundo como un naufrago
En el vórtice verde:
Tirabuzón de cefalalgia
Venas en raudo palpitar de fiebre.

No quiero que me veas,
Ni quiero verte,
Mujer de menta helada,
Fascinador abismo verde.



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Dikt Menta - Gregorio Reynolds