El autor Guillermo Carnero

Con qué acuidad su gestuario Pone en fuga la luz, la verticalidad, La insulación de las figuras vuelve dudoso el […]

Si las imágenes se apiñan en un recinto oscuro nada en ellas hay de movimiento (menos aún hábito de movimiento); […]

Tanta morosidad, si no dilata La erosión caediza de los oros, Si los haces pintados y sonoros Derriba ennegrecidos por […]

Aquí el espectador se ve forzado a una actitud esencialmente equívoca pues la calzada que allá abajo cruza el valle, […]

Si proyectáis turbar este brillante sueño Impregnad de lavanda vuestro más fino pañuelo de seda O acariciad las taraceas de […]

Enciendo tantas luces para verte salir, entre un redoble de tambor, del pastel, con chistera y tacón rojo, y tengo […]

En el brillante centro de la sala se oye las risas y el reloj. En cuatro círculos giran las Estaciones, […]

Hace muy pocos años yo decía Palabras refulgentes como piedras preciosas Y veía rodar, como un milagro Abombado y azul, […]

Raso amarillo a cambio de mi vida. Los bordados doseles, la nevada palidez de las sedas. Amarillos y azules y […]

Esa carcasa ocre es Helena, la gracia de la nuca aureolada de cabellos lúcidos. Los que la amaron son inmortales […]

Hoy que la triste nave está al partir, con su espectacular monotonía, quiero quedarme en la ribera, ver confluir los […]

Hemos puesto en cuestión numerosas gramáticas, leído hasta la saciedad la experiencia de otros y en fotografías borrosas perseguido su […]

Durante muchos años la casa se asentó en tierra firme estrechándola bajo su peso, y creció con ella, y la […]

Qué míseras las voces. Llamean, imploran, gimen, Se desatan en llanto. En la espesura surte Una liviana flauta, tímidamente vibra, […]

Encerrados en un espacio distante perfeccionan allí la estabilidad de no ser más que inmovilidad de animales simbólicos la escorzada […]

Detlev Spinell, son aquí debajo De la muerte. La sangre de la noche Por el parque, las alas de la […]

Me gusta contemplarte al salir de la ducha, como a Susana los ancianos bíblicos. Por la puerta entornada te acecho […]

Como el umbral de la capilla oscura una reja detiene la mirada y la dispersa luego, confinada en los fraudes […]

Muchachita taimada (tan sin malicia) entonces, propensa sólo a nuestros juegos lúgubres por entusiasmo de recién convrsa, ¿quién te reprocharía […]

Los dioses nos observan desde la geometría que es su imagen. Sus templos no temen a la luz sino que […]