Dikt Domingos
A Graciela Delgado Holiday
…luoghi noti
Se non che fatti irreali…
M. Luzi
Los domingos había allá una calma
Nunca recuperada en otros pueblos.
La palabra añoranza acaso tenga
El sabor de esa dicha irrecobrable.
El color de la vida era el celeste
Del cielo abanderado de su pueblo.
Pasaban las muchachas misteriosas
Con sus madres. La misa era el destino.
En la plaza los árboles brillaban
Bajo el sol eucarístico, en el aire
Vibrante de campanas y estriado
Por vuelos de paloma.
Mi mundo estaba en una esquina blanca
De calles silenciosas. Las calzadas
Temblaban al pasar de los jinetes.
No se oían carretas. Los domingos
Descansaban los bueyes en el campo.
En la esquina sombreada por ovenias
Los tíos patriarcales, sosegados,
Ya desaparecidos hace tiempo
De sus casonas de emparrados patios,
Se reunían y hablaban y reían
Felices, a la sombra en sus sillones,
Con la paz del domingo en la mirada,
Y eternos en la fuga de las horas.