Dikt TrilogÍa del gato
1.
El gato en el tejado: ojo fijo
en la mañana, en el aire,
en esa renuncia a existir, tocar
la sal y el azúcar de existir.
Fijo en la brisa
que aleja los sentidos:
estatua en mutación para el salto
sobre la nada
de sí mismo.
2
¿Dónde lo real?
¿El hombre, la mecánica celeste
en el tallo de un crisantemo?
¿Dónde
la vida? ¿El temblor de la vida
contra el muro, el muro
entre la cal y la hormiga?
¿Qué peso
el del sol sobre el siglo?
¿Qué noche trae
el caramujo en su concha?
¿Qué lo inverso de un besouro[1]?
¿En su pasado
de toro portátil
tuvo fortuna, oro?
¿Cuál la señal de la muerte?
¿Cuál el son, el seísmo,
la sístole, el cisco.
de la muerte?
¿Y el lenguaje de los juncos,
de los ríos secos
en desuso?
¿Tiene el limo grandeza y fuga?
Nada de eso despierta al gato
desde lo alto
de su salto.
3.
Preguntar es cerne de hombre,
pero el vacío que se come
está bien lo de aquel embargo
puesto al gato a su cargo:
vacío no previsto, no juzgado
cuando desde el salto en el tejado.