Ipandro acaico
Triste, mendigo, ciego cual Hornero, Ipandro a su montaña se retira, sin más tesoro que su vieja lira, ni báculo […]
Triste, mendigo, ciego cual Hornero, Ipandro a su montaña se retira, sin más tesoro que su vieja lira, ni báculo […]
¡Oh Sol! Yo amé tu luz, yo amé tu fuego. Acarició en los trópicos mi frente tu roja lumbre, para […]