Dikt Carta mexicana
El día se va y la noche llega
Con sus soledades.
El amanecer no te besa.
No encuentras
Brazos lánguidos en la tarde
Que te deja solo con la imagen
Del candente pecho de la muchacha.
La habías visto en el aula
Cuando dabas la ponencia
«México extranjero.» Habías fijado
La brújula de tus palabras
En el pezón dibujado en la blusa
De aquella jovencita que te alimentaría
Como si fueras un vampiro.
Pero no tenías esa suerte.
El monte del huerto seco
Que formaba tu estómago
Escondía años fuera del alcance
De los brazos perfumados,
Los labios que derramaban
Jugosas ciruelas, el roce de las camisetas,
Aún la mirada de la estudiante.
Faltaba algún reconocimiento
De tu soledad extranjera,
Tu dependencia en otro círculo
De amigos y fantasías
Que te decía: escribe una carta
Sobre el México profundo; lo que sentías
Cuando veías la pierna morena y pulida
Entrar el aula e incendiarla.
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