El autor Jaime Gil de Biedma

Os acordáis. Los años aurorales como el tiempo tranquilos, pura infancia vagamente asistida por el mundo. La noche aún materna […]

Estas con varia suerte ejercitadas en áspero comercio, en dulce guerra, armas insidiosas – oh reina de la tierra, señora […]

De qué sirve, quisiera saber, cambiar de piso, dejar atrás un sótano más negro que mi reputación – y ya […]

Que la vida iba en serio uno lo empieza a comprender más tarde -como todos los jóvenes, yo vine a […]

Por lo visto es posible declararse hombre. Por lo visto es posible decir no. De una vez y en la […]

He aquí que viene el tiempo de soltar palomas en mitad de las plazas con estatua. Van a dar nuestra […]

En un viejo país ineficiente, algo así como España entre dos guerras civiles, en un pueblo junto al mar, poseer […]

Como enanos y monos en la orla de una tapicería en la que tú campabas borracho, persiguiendo jovencitas… O como […]

Bienamadas imágenes de Atenas. En el barrio de Plaka, junto a Monastiraki, una calle vulgar con muchas tiendas. Si alguno […]

La noche se afianza sin respiro, lo mismo que un esfuerzo. Más despacio, sin brisa benévola que en un instante […]

¡Ciudad ya tan lejana! Lejana junto al mar: tardes de puerto y desamparo errante de los muelles. Se obstinarán crecientes […]

Mirad la noche del adolescente. Atrás quedaron las solicitudes del día, su familia de temores, y la distancia pasa en […]

De noche, cuando desciendas. Pero es inútil, nunca he de volver a donde tú nacías ya con forma de recuerdo. […]

Como la noche no quiero que tú desciendas, no quiero cumplimiento sino revelación. Desciende hasta mis ojos veloz, como la […]

En el jardín, leyendo, la sombra de la casa me oscurece las páginas y el frío repentino de final de […]

El miedo sobreviene en oleada inmóvil. De repente, aquí, se insinúa: las construcciones conocidas, las posibles consecuencias previstas (que no […]

No veían la lágrima. Inmóvil en el centro de la visión, brillando, demasiado pesada para rodar por mejilla de hombre, […]

Las horas no han pasado, todavía, y esta mañana lejos igual a un arrecife que apenas yo distingo. Tú no […]

Como después de un sueño, no acertaría a decir en qué instante sucedió. Llamaban. Algo, ya comenzado, no admitía espera. […]

Quién? Quién es el dormido? Si me callo, respira? Alguien está presente que duerme en las afueras. Las afueras son […]