Dikt Caminando
Rodeado de sueños y esperanzas amargas,
Voy a gatas sufriendo, caminando la vida,
Apartando pedazos de noche con las manos,
Preguntado en qué sitio se puede comprar algo
De amor, algo feliz, alguna fruta alegre.
La «democracia» duele como una mano rota
Y me llena los cuencos de los ojos de sangre.
Cadenas y cadenas chasquean en la sombra.
Millones de puñales enlutados se pegan
A los ojos lo mismo que paredes de tumba.
Los ojos son dos lámparas apagadas, antorchas
Sin resina, ventanas con cortinajes negros.
Ninguna puerta se abre tan francamente a la buena,
Verdadera, total, democrática siembra.
La tierra se avinagra en manos egoístas
Y muchas, muchas manos cuajadas de semillas
Piden tierra en el nombre de un cristo desnutrido,
Y los cristos, en pilas, obstruyen los caminos,
Tapian las puertas, cierran las represas del alma,
Hacen caer los pies más alegres, atajan
Los desfiles de hombres que marchan hacia el canto.
Uno compra esperanza en todas las boticas,
Pero ya la esperanza no cura las heridas,
No sana las angustias, no cicatriza el hambre
Que sangre adentro grita pidiendo libertad,
Pidiendo pan, pidiendo vivienda para todos,
Silencio para todos, vaso de amor, cuchara
De amor para las bocas que en la noche se abren
Como grandes cavernas cuajadas de fracaso…
Suficientes resinas amorosas.
Estamos sin amor, hermano mío,
Y esto es como estar ciegos en mitad de la tierra.