Dikt A una moneda
Fría y tormentosa la noche que zarpé de Montevideo.
Al doblar el Cerro,
tiré desde la cubierta más alta
una moneda que brilló y se anegó en las aguas barrosas,
una cosa de luz que arrebataron el tiempo y la tiniebla.
Tuve la sensación de haber cometido un acto irrevocable,
de agregar a la historia del planeta
dos series incesantes, paralelas, quizá infinitas:
mi destino, hecho de zozobra, de amor y de vanas vicisitudes,
y el de aquel disco de metal
que las aguas darían al blando abismo
o a los remotos mares que aún roen
despojos del sajón y del fenicio.
A cada instante de mi sueño o de mi vigilia
corresponde otro de la ciega moneda.
A veces he sentido remordimiento
y otras envidia,
de ti que estás, como nosotros, en el tiempo y su laberinto
y que no lo sabes.
Jorge Luis Borges
Obras completas
Poesia similar:
- Moneda extranjera Hace tiempo mi país está desgobernado. Me abstengo de ver la televisión, pero Algunas noticias son trascendentes. El presente no […]...
- Moneda Cae negro el sol enero agosto sobre el muro de piedras desamparo de este lado esperamos hay silencios y hay […]...
- Al triste Ahí está lo que fue: la terca espada del sajón y su métrica de hierro, los mares y las islas […]...
- Mar por la tarde Altos muros del agua, torres altas, aguas de pronto negras contra nada, impenetrables, verdes, grises aguas, aguas de pronto blancas, […]...
- Eres Eres la flor más bella de este inmenso jardín. Resplandeces en lo alto, tan brillante cómo el sol, Pulcra inmensamente. […]...
- Un poeta del siglo xiii Vuelve a mirar los arduos borradores De aquel primer soneto innominado, La página arbitraria en que ha mezclado Tercetos y […]...
- Elegía Oh destino el de Borges, haber navegado por los diversos mares del mundo o por el único y solitario mar […]...
- Desde los remotos Desde los remotos… Desde los remotos ámbitos de mi corazón, siento el pálpito De tus ojos navegando en el diáfano […]...
- La ciudad La ciudad perdida es hermosa. allí tus más bellos sueños bajan peldaños de espuma. se mezclan con las aguas antiguas […]...
- Las causas Los ponientes y las generaciones. Los días y ninguno fue el primero. La frescura del agua en la garganta de […]...
- Las cosas El contraste de la vida Las risas apagadas El enojo impulsivo El destino que nunca quise y el otro que […]...
- Náufragos Náufragos en el horizonte vertical desta película sin actores más que las palabras Perpetua lleva d la mano a la […]...
- Entonces Entonces, en los atardeceres de verano, el viento traía desde el campo hasta mi calle un inestable olor a establo […]...
- Ruego Quiero otras sombras de oro, otras palmeras con otros vuelos de aves extranjeras, quiero calles distintas, en la nieve, un […]...
- Caballo de guernica (53) En medio del bullicio de la tarde puedo escuchar mi voz, pura herrumbre de puerto abandonado. Y es como si […]...
- !para qué más! ¡PARA QUÉ MÁS! En una moneda de cinco centavos Cabemos los dos en nuestro infinito amor, amándonos. Al centro de […]...
- El inquisidor Pude haber sido un mártir. Fui un verdugo. Purifiqué las almas con el fuego. Para salvar la mía, busqué el […]...
- Milonga de manuel flores Manuel Flores va a morir. Eso es moneda corriente; Morir es una costumbre Que sabe tener la gente. Mañana vendrá […]...
- Boceto de autorretrato Insisto en no esquivar nada Vivir es participar ¿Acaso no es más sensato elegir entre lo conocido? Me opongo a […]...
- Yo La calavera, el corazón secreto, los caminos de sangre que no veo, los túneles del sueño, ese Proteo, las vísceras, […]...
- Viento de ayer ¿Es tu hija, verdad? la he conocido por la estrellas fugaz que hay en sus ojos, la cabeza inclinada y […]...
- Blasfemia Mi vida ha sido un largo pecado; tú lo hiciste; Yo que lo vivo siento Horror… ¡Tú debes estar más […]...
- Los envidiosillos La envidia, en sus negruras repugnantes, Tiene también su mérito, y su alteza, Y lleva un sello de inmortal grandeza […]...
- Barcas submarinas El mar y el cielo azul… duerme la arena Su placidez de brazos siempre abiertos; Mientras la tarde en lacitud […]...
- En mi verso soy libre En mi verso soy libre: él es mi mar. Mi mar ancho y desnudo de horizontes… En mis versos yo […]...
- Quédate callado Quédate callado y solo: casi todo sobra y huelga. De la rama el fruto cuelga y la rosa del pecíolo, […]...
- Alguien Un hombre trabajado por el tiempo, un hombre que ni siquiera espera la muerte (las pruebas de la muerte son […]...
- Qué te doy ¿Qué te doy de mi cuerpo?, prestado a otros cuerpos, a otras vidas. ¿Qué puedo darte de estas frases?, préstamo […]...
- Un triste domingo más El aburrimiento, la soledad y la monotonía Parecen haberse convertido en mi moneda corriente. Maestro en el arte de respirar […]...
- La balada del agua del mar A Emilio Prados (cazador de nubes) 1919 El mar sonríe a lo lejos. Dientes de espuma, labios de cielo. -¿Qué […]...
- Escondido en los muros Escondido en los muros este jardín me brinda sus ramas y sus aguas de secreta delicia. Qué silencio. ¿Es así […]...
- Tríada El alivio que habrá sentido César en la mañana de Farsa- lia, al pensar: Hoy es la batalla. El alivio […]...
- De la piel desgastada de sus nombres De la piel desgastada de sus nombres Se han ido desprendiendo los objetos, Las cosas que envolvían. Quieto está nuestro […]...
- Hay almas que tienen Hay almas que tienen Azules luceros, Mañanas marchitas Entre hojas del tiempo, Y castos rincones Que guardan un viejo Rumor […]...
- Perspectivas No es ver la luz lo original: el que la luz nos vea resulta imprescindible para amarnos mejor. La soledad […]...
- Barco latino sobre el támesis ¿Qué habría yo de buscar en este barco, en medio de tanto cuerpo de salsa encendido, desesperado en un país […]...
- Yo no navego Yo no navego Yo no navego, navega Mi corazón por los mares Imborrables del recuerdo. Tú siempre marchas conmigo, ¡siempre!, […]...
- Mar azul, mar negra Mar azul, mar negra La mar que besa los cuerpos En las calientes arenas, La mar de los pescadores Y […]...
- Habitantes de una naranja Si observáis fijamente comprobaréis la Redondez de la tierra, Veréis una naranja por la que corren ríos, Gacelas, vientos frío […]...
- Mar de mediodía (ii) (los cuatro mares) El sol tocó las aguas y acrecentó su canto. Esta ola viajera desparramó su música sobre la arena. La brisa […]...