Andenes
Te gusta llegar a la estación cuando el reloj de pared tictaquea, tictaquea en la oficina del jefe-estación. Cuando la […]
Te gusta llegar a la estación cuando el reloj de pared tictaquea, tictaquea en la oficina del jefe-estación. Cuando la […]
En el fondo de toda lejanía se alza tu casa Hermann Broch «No hay que silbar en la oscuridad». Sí, […]
Bajo el cielo nacido tras la lluvia escucho un leve deslizarse de remos en el agua, mientras pienso que la […]
Mi amor por ti Es un vidrio roto por el mal alumno del curso Una capilla con techo de zinc […]
Revistas color sepia, programas de matches estelares, el par de guantes firmados por el Presidente cuando ganó el Campeonato colgados […]
Una lluviosa primavera resucita como de costumbre hablando con las mismas hojas que rodearon el sueño de la Bella Durmiente […]
Cuando yo no era poeta por broma dije que era poeta aunque no había escrito un solo verso pero admiraba […]
Eres el peso profundo y secreto de los granos de trigo en la balanza de mi mano. El frescor del […]
Un desconocido silba en el bosque. Los patios se llenan de niebla. El padre lee a sus hijos un cuento […]
…el caso no ofrece ningún adorno para la diadema de las Musas.² Ezra Pound Me despido de mi mano que […]
Un día u otro todos seremos felices. Yo estaré libre de mi sombra y mi nombre. El que tuvo temor […]
Un viento de otra estación se lleva la mañana. Huyes hacia tu casa cuando el viento dobla los pinos de […]
En las tardes de invierno cuando un sol equivocado busca a tientas los aromos de primaveras perdidas va mi padre […]
La tierra devuelve a las aguas lo que les pertenece desde antes del principio de los tiempos y en el […]
El abandono silba llamando a sus amigos. La noche y el sueño amarran sus caballos frente a las ventanas. El […]
VI Las campanadas escapan del pecho del reloj de péndulo. Huyen del pozo y resuenan en la memoria. La memoria, […]
Sentados frente al fuego que envejece miro su rostro sin decir palabra. Miro el jarro de greda donde aún queda […]
Y si te amo, es porque veo en ti la Portadora, la que, sin saberlo, trae la blanca estrella de […]