Dikt Lo que del otoño queda
Lo que de los guerreros queda después de la batalla,
En la desolación del paso de los astros,
No es un recuerdo, sino una herida,
No es la muerte o la victoria
Sino el vacío
Ganen o pierdan, sus ojos, con lo que han visto,
No envejecerán como los robles envejecen
Galopando hacia el olvido
Lo que del otoño queda después de tantas hojas amarillas
En la confluencia del invierno que lo acecha
No es un moribundo bosque, sino una inmensa lávana
De fuego al rojo blanco
Para forjar el frío
Ganemos o perdamos, del tiempo, en la batalla,
Cuando llegue la nieve solo veremos ese velo de nácar
Cubriendo las horas amarillas
Nunca, en ninguna guerra, tendrán importancia alguna
Ni el desmesurado arrojo del que combate,
Ni el desmayado llanto de quien sucumbe.
Toda la luz de las estrellas que alumbran las derrotas,
puesta en fila, nos acusa
Solo la luz del otoño curará nuestras heridas
Tarde o temprano, vencedores y vencidos,
Verán declinar el día, regresarán a casa,
Y allí se darán cuenta de que hace frío
Lo que del otoño queda, no son sino pormenores,
Rastros
De estrellas ya extinguidas