Poema Xxiv
Va glauco declinando del invierno
El día con su lluvia en los alambres
De pájaros vacíos y de abejas.
Las flores de papel y los retratos
Callados en las sombras de los muebles
Y el ocre cenicero sepultando
Los restos de horas áridas y huidas.
Licores en las copas de la tarde
Hoy tienen el sabor del estramonio,
Y hay flores de alcanfor en los jarrones
Y sueños en espejos empolvados
Que acaban duplicando la tristeza.
Monótona es la luz en los cristales,
Monótona en la piel de la verdina,
Monótona en la cal del campanario
Y en las desnudas varas de las viñas.
La triste bordadora de las sombras,
Sentada al bastidor, hace sudarios
Con hilos arrancados al silencio.