Dikt Entremares
Acaso el mar del Yeco
sea tan vigoroso
que continuamente
talle decires en las rocas.
Decires que no desciframos
porque no sabemos leer
los códigos del océano
ni oler los infinitos
ríos de olores arrojados
en el oleaje incesante.
El trueno del tiempo
escondido en este mar
en sus roqueríos se esparce
en el aire como amor natural.
Nos quedamos extasiados
mirando el tremendo Dios
que viene y va
jugando con nuestra
pequeña imaginación anclada.
¿Estará el mar del Yeco
enloqueciendo
mis tardes nostálgicas
vacías de otras miradas?
(1 votos, promedio: 5,00 de 5)Poesia similar:
- Agonía del pato yeco Me duele el dolor mirar de cerca como agoniza un pájaro Yeco es invierno hace tanto frío el mar es […]...
- En el horizonte estás Así de simple si un día de mañana te levantas y caminas por Aguas Marinas una sensación de agrado te […]...
- Juegos de identidades Quizás sea yo el mar algo salvaje e impetuoso golpeando porfiadamente las rocas desgastando pacientemente roqueríos y acantilados. Quizás sea […]...
- Nostalgia Aún es un misterio, un bello misterio el modo cómo Pablo jugaba con las palabras Las tomo, las ordeno, las […]...
- Dolor tremendo Pienso en los niños pobres de mi tierra… En Colorado Springs no hay gente mala. Cómo quieren al perro y […]...
- El señor de la vida El señor Amor está en los bosques camina con deleite, resplandece sonríe a destajos, irradia colores a su paso surgen […]...
- Tercer oriente (83) Lo natural es que resucitemos. Nuestra vida es un eco de las puntuales estaciones. La disciplina crepritante del día y […]...
- Entusiasmo de vida Al doblar la arboleda el mar se me asoma con las evocaciones de mi país allí están los roqueríos formidables […]...
- En el día de san fernando el deseo inútil Canta, me dice un natural deseo de obsequiar en su día al Soberano: calla me dice Apolo, que es en […]...
- Soneto gongorino en que el poeta manda a su amor una paloma Este pichón del Turia que te mando, de dulces ojos y de blanca pluma, sobre laurel de Grecia vierte y […]...
- La primera palabra La primera palabra se anuncia en el silencio. Es un pliegue del aire, un resquicio del tiempo y no sabe […]...
- Despierta de tu amor tan sudoroso Despierta de tu amor tan sudoroso, Hija mía natural y desvalida. Ya no puedes cubrirte, aunque eso no importa Para […]...
- Exhumaciones Este olor doloroso que fermenta la tierra y alienta la lucha… Este olor desgarrado que me asfixia la queja y […]...
- Tú, nunca serás Sábado fue, y capricho el beso dado, capricho de varón, audaz y fino, mas fue dulce el capricho masculino a […]...
- Sobre el derecho a enloquecer Decía Pessoa que enloquecer es un derecho natural. Lo que no me parece natural es que el que enloquezca por […]...
- Novedades en algarrobo Brillan algunos peces en el agua un velero pasa alegre es la hora de la tranquilidad bailan las nubes suaves […]...
- Matlalpapalotl (morpho hyacinthus) Un beso del espacio huyendo herido, un beso del relámpago sujeto, un colibrí diluído, un cielo inquieto, un incendio de […]...
- Pensamientos finales Nació y no supo. Respondió y no ha hablado. Las sorprendidas ánimas te miran cuando no pasas. El viento nunca […]...
- Extraño amor Que extraño es este amor que siento, Que vuelve la noche madrugada, Y me deja a veces sin aliento, Apretando […]...
- La defensa de pan (ii) Pues qué mientras aturde Dulcemente la música y se arrastran los pies, Aquel beso a hurtadillas, que no vio ni […]...
- Idioma castellano Verbo macizo y señorial, lenguaje de recia y transparente arquitectura. Voz extrañada de la tierra pura, la tierra paridora del […]...
- Carta de amor Sienteme contigo love No me sientas muerto La distancia no es nada Cuando estas perplejo El insomnio es natural si […]...
- Por que me dejaste con este dolor El día que te fuiste de este mundo, un gran números de recuerdos y planes que planeamos el día de […]...
- Epigrama Viéndose en un fiel cristal ya antigua Lice, y que el arte no hallaba en su rostro parte sin estrago […]...
- Para una visión (iv) & las fragantes fiestas de la libido flores sobre la mar y la belleza rubia desnuda entre tus brazos pero […]...
- Siempre y siempre Si yo he venido si me he tomado el trabajo de hablar tan torpemente de temblar como un adolescente quiere […]...
- Soledad Todo lo que conseguirás, Amándome, Será aplazar la muerte de un animal herido Bien es verdad Que recibirás por ello […]...
- Volveremos a vernos en otoÑo VOLVEREMOS A VERNOS EN OTOÑO Cuando los árboles inviten al sosiego Y en los ojos De tantos desolados muchachos y […]...
- Palabra y tiempo (paréntesis kantiano) Para callar no necesito mi silencio. Me muevo. Se mueve la hoja que cae y no lo sabe. El aire […]...
- Tu secreto ¿Puedes darme tu secreto, bella niña, El hechizo que encierras por doquiera Que tus pasos infantiles se dirigen, Jugando con […]...
- Casa del artesano Tal vez no pueda hoy yo quedarme, Pero es preciso Que la claridad de lo creado En esta casa, en […]...
- A rÓmulo, que matÓ a su hermano remo Las armas tomó aprisa el esforzado Quirino de su hermano mal seguro, Y en la nueva ciudad el primer muro […]...
- Cine Cuando entran en contacto el ojo del espectador y la Imagen, se produce una combustión. Al terminar la película, algunos […]...
- La danza de la naturaleza La danza de la Naturaleza comienza y termina sobre un árbol, en la ciencia creciente de su verde expansión y […]...
- Amor Sos un laberinto de espadas Un enigma de fuego que crece en la garganta Un vientre triste que mata a […]...
- AsÍ Como el monte al albor se va creciendo Ceñido por la luz que le rodea, Así tu viento, amor, en […]...
- Ciudades Así, ternura de Lisboa en medio del espanto. El mundo está nublado, menos aquí donde se adensa la tristeza del […]...
- Según «Pondus meus, amor meus» San Agustín Según sea el peso del corazón Alcanzan valor las palabras. Un pájaro sobrevuela, siente […]...
- Jornada Aquí quedó oscilando mi última furia. Engullo cada mancha de la pared, cada clavo. Y me siento dueña de mi […]...
- Eres Eres, pasión desbordante En el mar de mi quietud. Aroma que se esparce En el vasto cielo azul. Atrapas mis […]...