Dikt Los mansos
A Irma Egea
Hay quien huye hacia dios,
no soporta ver visible;
otro que huye devorándose
mermando su camino;
los que huyen hacia la ebriedad
y quieren parecerse a todo
y están los que no huyen
porque el mundo es tan grande como ellos,
los mansos
que se abren en la atmósfera,
y al tiempo, intactos, cierran los piadosos párpados,
los que nunca supieron cómo se dice adiós.





Poesia similar:
- Nota al pie de la llave del gas La mujer del poeta se enojó con el poema «La llave del gas». No ve por qué la metapalabra de […]...
- Puertas Se abren y cierran las puertas sin fatiga De madera o de fierro Pequeñas y alargadas Hacia dentro o hacia […]...
- Se abren las esclusas Se abren las esclusas. Las esclusas dejan pasar el agua. Las ambulancias ululan. Los autos dejan pasar una ambulancia. Las […]...
- Mi casa La inauguro a diario Bajo la cascada y el gallo Cambiantes los vecinos Alguna vez fueron buenos Sin cajita para […]...
- Contra-orden (poética por la que me pronuncio ciertos días) Esto es un poema. Aquí está permitido fijar carteles, tirar escombros, hacer aguas y escribir frases como: Marica el que […]...
- Los niños del parque Ellos no tienen buenas costumbres. Ellos no tienen buenos instintos. Ellos no aman a la patria, ni respetan el himno […]...
- Ladridos ¿Quién es ese otro perro que ladra en un dialecto que nadie conoce? ¿Por qué debe echar en los aires […]...
- Amanece Amanece. Se abre el poema. Las aves abren las alas. Las aves abren el pico. Cantan los gallos. Se abren […]...
- Intima Amo las palabras Las sueltas las brillantes Las breves Las armadas de silencio Pero hay una que se esconde En […]...
- Puerta al tiempo en tres voces (i) … Del transfondo del sueño la escapada Filí-Melé. La fluida cabellera fronda crece, de abejas ejambrada; el tronco – desnudez […]...
- Amén Que te acoja la muerte con todos tus sueños intactos. Al retorno de una furiosa adolescencia, al comienzo de las […]...
- Las calles Las calles de Buenos Aires ya son mi entraña. No las ávidas calles, incómodas de turba y ajetreo, sino las […]...
- La muerte al otro lado de la cámara Acodada en la barra o la terraza. me miro desde lejos como dicen que se miran los que han estado […]...
- EtnologÍa: mujer Hacia qué infinito lugar Lanza sus ojos? En sus manos Cabe toda geografía de la Tierra Y en su gesto […]...
- ConfesiÓn Tu olor -el incontrovertible Y brutal olor del amor – Permanece intacto Mientras los besos Se volatilizan En su propio […]...
- Algo en mi sangre espera todavía Algo en mi sangre espera todavía. Algo en mi sangre en que tu voz aún suena. Pero no. Inútilmente yo […]...
- Canzone fellini Ay de los hiperbóreos gatos del ambarino Vístula, ay, de los gatos del Shangri Lá omniásticos y videntes. Ay de […]...
- Naturaleza Escucha… el silencio; En los pliegues piadosos de lo eterno Podrás reconocerte Aunque no lo haga el espejo. Escucha… El […]...
- Manos otoÑales El sorprendente y engañoso calor del otoño es breve, se desliza como un vestido de moda en el perchero; y […]...
- El nino quiere jugar Para que el niño de los ojos mansos juegue Arranqué del jardín mis rosas blancas. Y mis rosas rojas… Para […]...
- En estas aguas Hay en estas aguas un lugar donde saltan delfines y vagan mansos manatíes. Un lugar donde se confirma el valor […]...
- Castidad Anhelo y bienquerencia De espiritual noctívaga aventura. Cruzo tu territorio de corolas Y salgo al otro extremo de tu alma […]...
- Los nuevos pueblos Y era tu cara el borde de estos cielos, el manto mío de las estrellas. Al mirar hacia arriba no […]...
- Lied marino Vine a llamarte a los acantilados. Lancé tu nombre y sólo el mar me respondió desde la leche instantánea y […]...
- Nunca estoy solo De veras, nunca estoy solo. Tan solo estoy triste cuando tus ojos huyen del sitio en que debimos encontrarnos por […]...
- Las rosas de babilonia No me preguntes cómo pasa el tiempo Li Kiu Ling No me preguntes cómo pasa el tiempo. El caso es […]...
- Ah vastedad de pinos… (poema iii) ¡Ah vastedad de pinos, rumor de olas quebrándose, lento juego de luces, campana solitaria, crepúsculo cayendo en tus ojos, muñeca, […]...
- Manuela lee a melville la carta de la fortuna En Paita, La vieja conocedora de hombres Leyó la carta de la fortuna A un joven inglés de rubias crenchas. […]...
- AntropologÍa cultural Los que huyen Los emigrantes Los expatriados Los refugiados Los desterrados Los transmigrados Y sus inventos Hacen su aparición en […]...
- En varios abanicos 1 Lo que hayas de mirar por las varillas, Míralo cara a cara: Que la virtud no debe ser avara […]...