Dikt Los que no volvieron
Se les vio llorar sólo una vez desconsoladamente, lo mismo que
Chiquillas que temen ser decapitadas por el Hombre del saco,
Acaso de noche. De lejos nos traerían pájaros exóticos, jarrones
Con un levísimo mar encerrado, nombres sin rímel de mujer y
Terroríficas brújulas. Él recuerda ahora el color de sus cabellos
Y la mugre de sus manos, la piedad de sus palabras al decirles
Adiós y alguna que otra breve extrañeza. Advertíamos cerca de
Sus cuerpos las botellas de orujo, pero también la renuncia, esa
Fiel abubilla que anida en la memoria de los ahogados y los
Tristes, y fingimos retenerlos allí sin rubor. No fue posible. Hoy,
Tal como se cuenta, descansan muy lejos de mí.
(1 votos, promedio: 5,00 de 5)Poesia similar:
- Te digo adiós Hoy debo decirte adiós, Pero un nudo en mi garganta Me atrapa, y no puedo…………. Amada mía decirte tan solo […]...
- Carta a mi isla Isla lejos de ti es cerca del punto más sensible de la herida del tiempo: lejos de ti mi cuerpo […]...
- Cantares gallegos (xv) Adiós ríos, adiós fuentes; Adiós, arroyos pequeños; Adiós, vista de mis ojos; No se cuando nos veremos. Tierra mía, tierra […]...
- ConfesiÓn 6 Tu voz por el teléfono tan cerca y nosotros tan distantes, Tu voz, amor, al otro lado de la línea, […]...
- La isla-xxiv – (adiós, adiós, isla secreta) Adiós, adiós, isla secreta, rosa de purificación, ombligo de oro: volvemos unos y otros a las obligaciones de nuestras enlutadas […]...
- Umbral (i) A Antoine Saint-Exupéry I Allí aquí al borde en el camino lejos de casa cerca del cielo una sombra el […]...
- Mi rebelión Un día partí lejos. Cuando mi padre se olvidó que yo tenía senos. Callé de golpe y dije adiós. – […]...
- Para mis padres Para escribirle a mis padres No necesito una pluma. Necesito de mi sangre Que brota como la espuma. Solo así […]...
- David fuentes y ariadna leal Ellas tenían razón, se les veía en la ropa ajustada y en sus cabellos rojos, Ellas eran así, de cuerpos […]...
- Xvii De condición y tiempo Luna buena Que atravesó la red de lo intangible Tan cerca de nosotros Tenaz Permaneciendo En […]...
- Iv (horas de fiebre) Yo, de honda pena herido, Cerré sus ojos bellos… (V. Ruiz Aguilera) ¡Ha muerto! Ya no irradian las pupilas Veladas […]...
- NiÑas hechas y derechas extraviadas en las urces El Renault cuatro cuatro de Antonín el médico y el caballo Marrón del estanquero de Murias de Ponjos. La caja […]...
- Horas altas En esta hora fluvial hoy no es ayer y aún parece muy lejos la mañana Hay un azoro múltiple extrañeza […]...
- Tan cruel Cruce la linea hacia ti Una y otra vez para estar contigo Para poder estar cerca de ti Pero no […]...
- Solo dolor Si alguna vez el odio se licua Y no queda en la copa Otro poso que dolor Si alguna vez, […]...
- Gacela del mercado matutino Por el arco de Elvira quiero verte pasar, para saber tu nombre y ponerme a llorar. ¿Qué luna gris de […]...
- ComunicaciÓn cortada – Permiso poeta, aquí estamos nuevamente, para ver si esta vez ganamos – me dicen mis camisas viejas, mis chaquetas, […]...
- Xiii Se hurtaban a los cuerpos con toda su soberbia De cansina arribada Por beber vanidad En el esfuerzo último del […]...
- La cara de mis hijas Este cielo del mundo siempre alto, Antes jamás mirado tan de cerca, Que de repente veo en el redor, En […]...
- Seria mejor? seria mejor…¿quien sabe? ¿tu me amabas?…ahora lo dudo mucho, Palabras hirientes, que destrozan corazones… Que destrozan… ilusiones… Dulce olvido…¿es lo […]...
- Al hombre que cavila Al hombre que cavila A solas con su espejo, con su rostro, Una mano lejana le llama en la memoria, […]...
- Fin de otoño (Al regresar de East Hampton, luego de visitar al poeta David Ignatow) Un hombre ataja por un campo abierto. Su […]...
- Pasional Habrías de decirme adiós ¿y sabes acaso que al olvidar mi nombre Habrá un sin fin de momentos Tan candentes? […]...
- Ser sin ser «Entonces descendió a su memoria, que le pareció interminable.» Jorge Luis Borges. 1 Amanezco con las campanadas que los zanates […]...
- Adiós, oh patria mía A mis amigos de México Alegre el marinero en voz pausada canta, y el ancla ya levanta con extraño rumor. […]...
- Amor incierto Lo que mire esa hermosa mañana El deslumbrante dia, bendito ayer, maldito hoy, No era el sol brillante Eras vos […]...
- ¿quién se acordará de mis orquídeas salvajes en el tumulto de la vida? Siempre pensé que tenía más tiempo Pero siento que estoy al final de la vida. Alguna vez soñé que cuando […]...
- Los pasos lejanos Mi padre duerme. Su semblante augusto figura un apacible corazón; está ahora tan dulce… si hay algo en él de […]...
- Encuentro El cuerpo de los cuerpos – lo que fueron entre los dos y olvidaron a veces los recuerda En una […]...
- Imposible Imposible saber cuándo ese rincón de mi alma se ha dormido Y cuándo volverá otra vez a tomar parte en […]...
- Por eso este adiós Si quedó en tu camino Un poco de mi estancia Que no turbe tu sueño Que no sea ventarrón En […]...
- Milonga de manuel flores Manuel Flores va a morir. Eso es moneda corriente; Morir es una costumbre Que sabe tener la gente. Mañana vendrá […]...
- La orquídea de acero Amarte en esta guerra que nos va desgastando y enriqueciendo. Amarte sin pensar en el minuto que se escurre y […]...
- Otra vez los Árboles se agitan Mira allá: otra vez los árboles se agitan Y el sol se ha derrumbado Sobre todos los cuerpos que lo […]...
- Iv (diario de un mÁrtir) Cesaron, ¡oh mi Dios!, las alegrías Del amor terrenal con sus anhelos. Y ya empezaron a correr los días Del […]...
- Ilucion de amor Mi alma, Mi alma se ha ido el, Con su partida, Con su lejania desaparecio. Mi alma no esta, Se […]...
- Qué cuerpos leves, sutiles ¡Qué cuerpos leves, sutiles, hay, sin color, tan vagos como sombras, que no se pueden besar si no es poniendo […]...
- A batallas de amor, campo de plumas Ningún vestigio tan inconsolable como el que deja un cuerpo entre las sábanas y más cuando la lasitud de la […]...
- Falta una palabra Falta, en el desorden, una palabra. Falta una voz, y otra, y otra más, en el valle de la muerte, […]...
- Y la pequeña sombra se hará mas descuidada Seré para mí lo que otros fueron. Y mi mano impiadosa no me mitigará. Ni mis ojos sabrán verme. Ni […]...