Dikt Ocaso
Al observar con denuedo, tu cara bonita
Observo en la mía…el ocaso de la tarde
Donde los duendes han surcado los años
Dejando las huellas de los desengaños
Al escuchar tu voz clara y armoniosa
Es cuando me llega el rumor de una voz
Grave y trémula…que no es de otro…¡Sino la mía!
¡Es que se perdió la armonía!
Cuando acaricio tus manos suaves y firmes
Me doy cuenta que las mías ya no son suaves ni firmes
Sino, ásperas y débiles
Ya no son las alas que te elevaban fuertemente
Cuando vamos juntos, veo tu caminar cadencioso
Mis ojos se extasían por la gracia de tus movimientos
En cambio los míos…ya no tienen ritmo…son lentos
He perdido la distancia…¡Mis pasos se volvieron cortos!
Con el ocaso de los años me he vuelto pausado
Sí…pausado…pero con la sabiduría que da lo experimentado
Soy como el buen tabaco añejado y aromatizado
Entre más lo aspiras, más lo disfrutas, te estimula los sentidos
Pero…cuando entro a tu corazón y siento tu cariño
Mi corazón se fortalece…se vuelve férreo
Ya no se siente el ocaso de los años
Ha renacido el vigor vital y mi bravura
Por la savia generosa de tu ternura.