Dikt Erosonera (iv)
Un ceibo que cuida el horizonte
tiene menos orgullo
que el que orilla tus piernas
un ceibo en tus piernas africanas
matará mi deseo
la cadera cruje como un cangrejo
un crujido en la tenaza de mis huesos
matará mi deseo
trago de ardienteagua
un ceibo te orilla los crujidos
una huella de hollín
los vellos y tobillos
y una equis que enrosca mi cintura
una equis matará mi deseo
(2 votos, promedio: 3,50 de 5)
Poesia similar:
- Erosonera (i) Tuve un hombre y él me tuvo ahora somos memoria de carboncillo ciclistas en la siesta de la ceniza pero […]...
- Erosonera (ix) La noche ha terminado y no hay agua que enjuague tu rastro de mi cuerpo las cardas de tinieblas en […]...
- Erosonera (viii) Qué sabes tú de trepanarme, reno donde no estás mis huesos crujen y granizan sin mordaza donde no estás relincha […]...
- Muerte necia Se me ha gastado el día, atropelladamente en idas y venidas, en gestos y recados que al hacerlos juzgaba. necesarios. […]...
- Equis y zeta Estoy flotando Sobre una equis Y perdí mi pergamino, Atrás quedaron los vientos, Y esta choza fue diseñada Con computadora. […]...
- La pura verdad Los ciudadanos equis, los honrados tenderos, los amigos del alma, la portera, el banquero, no pueden perdonarnos el loco sentimiento: […]...
- Si el paciente emana de su encierro Si el paciente emana de su encierro sabrá que hay enfermeras de piernas largas que el verano arreció con las […]...
- Irracionalidad No me trago el cuento de otros tiempos; Soy la vara que mide el vuelo eterno De las golondrinas que […]...
- La orilla del mar No es agua ni arena la orilla del mar. El agua sonora de espuma sencilla, el agua no puede formarse […]...
- Mis penas son solo mias MI PENAS SON SOLO MÍAS La flauta y la quena gemían Al entonar su melodía, La flauta y la quena […]...
- Tres poemas Deja los lirios, cielos, vanidades de la utilería de vaguedades. Gloria de la materia necesaria, ¡oh, absoluto unánime en un […]...
- Yo soy otra He aceptado la invitación a viajar. En el auto, el paisaje pasa demasiado rápido. Raspa al oído la música sorda […]...
- Esbozos de tu tristeza Trepidación, monotonía, sombra de luz que no alumbra. Tu orilla está repleta de invisibles puentes. Como diminuto y opaco sol, […]...
- La contemplación (iii) La catedral de cal desde los muros escupe el frío y apaga el candelero la organista mitiga las pasiones tubulares […]...
- Fantasía en el metro Un hombre bello entra en el vagón del metro por un momento lo miro intrigada pues me recuerda a ti […]...
- Caja de herramientas Exploro la caja de crueldades y la ternura que cada una carga y concentra. He aquí mis herramientas: los diarios […]...
- Andenes Te gusta llegar a la estación cuando el reloj de pared tictaquea, tictaquea en la oficina del jefe-estación. Cuando la […]...
- En las calles En los particulares trece o equis charcos del criollismo En los nuevos éxtasis del tránsito de los cerebristas En la […]...
- La mesa A veces la madera de mi mesa tiene un crujido oscuro, un desgarrón difuso de tormenta. Una periódica migraña la […]...
- Deseo que poseas formas inventadas por mí Deseo que poseas formas inventadas por mí Y que puedan borrarse Y volver a pedacearse como alimento para pájaros inspiradores […]...
- Allá en mis años Allá en mis años Poesía usaba por cifra una equis, y su conciencia se llamaba quince. ¿Qué van a hacer […]...
- El sermón de la montaña Los austeros templos aquejados de severidad absoluta vestidos de estuco, pan de oro y mármol con sus ángeles enanos impúdicos […]...
- Amiga Para cristal te quiero, nítida y clara eres. Para mirar al mundo, a través de ti, puro, de hollín o […]...
- ConfesiÓn 5 Atolondrado y confuso, Demasiado lleno de ruidos, Sin centro ni reposo, Desconectado del otro lado de la piel, Atormentado por […]...
- Intérprete de intenciones Voy a beberme un trago de tu aliento cuarteado con un beso de mar y tinta de barril añejo voy […]...
- Canciones del pozo sin agua (5) Esta noche vamos a gozar. La música que quieres, el trago que te gusta y la mujer que has de […]...
- Pax El día es nuestro Señor: han llegado el reposo de la espada la quietud de la flecha la inocencia del […]...
- En la memoria de mis sentidos En la memoria de mis sentidos canoa el dolor de labios mi cuerpo sobre el tuyo mis brazos turbamar en […]...
- Mujer Oh mujer negra, negro corazón, labios impíos, gracia sombría de árido y seco vientre; mar y nave, barco sin rumbo, […]...
- Negación Con mi descolorida gorra de guerrero Voy pasando por la quietud del abandono. Las casas han cambiado de color Y […]...
- Memorial de agravios Para Yadira Calvo Porque el blanco odia al negro Porque el amo teme al esclavo Porque el ladino necesita al […]...
- A filo de la luz A filo de la luz siempre hacia adentro debajo del torrente subterráneo en el espejo cedido por la claridad fundirse […]...
- El deseo El deseo: pájaro negro en la noche, abre sus alas y golpea. Muerta el alma el deseo la hace espuma, […]...
- Ifigenia cruel (fragmento) Os amo así: sentimentales para mí, haciendo, a coro, para mí uso, un alma donde vaya labrada la historia que […]...
- El agua lenta El agua lenta el camino lento los accidentes lentos Una caída suspendida en el aire el viento lento El paso […]...
- El fuego y la poesía iv El agua lenta el camino lento los accidentes lentos Una caída suspendida en el aire el viento lento El paso […]...
- El beso de la muerte Hemos hecho el amor y a fuerza de cadenas No hemos vencido nada. La fiera, resurrecta, se imprime en los […]...
- El deseo de la acción En el momento de la destrucción Hay siempre coyotes de la desesperación Que se roban el deseo De los tontos […]...
- Colibrí 50 A Edmundo Valadés 1 No transcurre el tiempo cuando la soledad del hombre está desierta los actos cotidianos nos sitian […]...
- Pero también retorna este hombre Pero también retorna este hombre hacia El silencio Hollín que existe en las bibliotecas, En los grillos de las manos […]...