Poesía española

Poemas en español


Dikt Un secreto de las flores

Es cosa averiguada,

Por dos naturalistas comprobada,

Que influyen los colores

En el aroma de las gayas flores.

Con germana paciencia,

Que no hasta dar con la evidencia,

Sometieron a ensayo

Cuantas tributan el Abril y el Mayo,

Quedando, según reza la Memoria,

A favor de las blancas la victoria;

Y no así como así, ventaja y mucha

Es la alcanzada en la florida lucha.

Les siguen luego las de tintas rojas,

Las que amarillo tienen en las hojas,

Las violeta, las pardo-anaranjado,

Y cierran las azules el estado.

Bien hayas ¡oh blancura!

Anidadora de la esencia pura;

No era precisa, no, la voz del sabio

Para mover en tu loor el labio:

Que nada afirma la preclara Ciencia

Que no está ya grabado en la conciencia;

De blanco la natura soberana

Sus hijos predilectos engalana,

Y hasta la fantasía, cuando crea,

De blanco viste la naciente idea.

Blanca es la virgen nieve

Que, en los comienzos, el arroyo bebe;

Blancas las perlas que la fresca aurora,

Al despertar, sobre los campos, llora;

Blanca del agua la rizosa espuma;

Blanca del cisne la luciente pluma;

Blanca la leche que alimenta al niño,

Y son blancas las pieles del armiño.

Blanco el vellón que la paciente oveja

Entre las zarzas del camino deja;

Blanca la láctea vía;

Blanco el maná que sobre Israel llovía;

Candoroso el ensueño de la cuna;

Blanco es el rayo de la tibia luna;

Blanco el mármol de helénica belleza,

Y blanca del anciano la cabeza.

Blanco el incienso que a los aires sube;

Blancas pintan las alas del querube;

Blancas son la inocencia y la alegría;

Blanca la fe que entre las sombras guía;

Blanco es el lirio, de pureza emblema

Es blanca de la virgen la diadema;

Y, según dicen, es el blanco velo

Traje de recepción allá en el cielo.

El rosa y el azul, pese al poeta,

Son blancura incompleta;

Que es el blanco la suma de colores

Que miramos dispersos en las flores,

O se ofrecen hermosos

Del iris en los rayos luminosos,

Cuando la lluvia misma

Hace las veces de gigante prisma.

Bien hayas ¡oh blancura!

Tú asumes colores y perfumes;

Armonioso conjunto,

De la eterna Unidad débil trasunto;

Recreo del sentido

Que en ti encuentra placer no dividido;

Antes que el fallo pronunciara el sabio,

Ya al corazón lo transmitía al labio,

Que nada afirma la preclara Ciencia

Que no haya anticipado la conciencia.



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Dikt Un secreto de las flores - Melchor de Palau