Poesía española

Poemas en español


Dikt La carta a franz kafka

Franz:

Sé que no es tiempo de escribir cartas,

Afuera llueve

Y el papel con sus carteros

Se ha desleído una mancha gris como una tarde en el invierno de Praga.

Los hombres

Hacen fogatas en los andenes de los almacenes

Debajo de las vitrinas

En donde hermosas mujeres de plástico mueren de tristeza.

Es un noviembre salpicado de rostros blancos

(máscaras de la gran tragicomedia)

En la avenida de la historia.

Es por estos días de metálicos sonidos y sonrisas infantiles

Cuando orates armados de navajas

Asaltan a las señoras que van de compras,

Los maridos atacan ebrios a sus mujeres

Y las cuelgan de un alambre suspendido en la viga más robusta de sus casas, preferiblemente frente a la chimenea.

Franz:

Tus orejas de ratón zigzagueando por mi cuarto

Me hicieron recordar

La cloaca cósmica por donde ruedan los planetas.

Tú que perdiste el camino

Cuando estabas a punto de encontrar a ese señor de extraño poder

Habitante de un lejano castillo;

Agrimensor de la luna

Conoces palmo a palmo la extensión de la soledad.

Ya sabes cómo funciona esto;

La gente se atropella en las calles

Exhibiendo sus tarjetas de crédito

Y los documentos que aseguran su existencia,

Con sus sacos roídos y gastados detrás de la nuca

Y en los bolsillos el seguro firmado

Por un nuevo día de esperanza.

Franz:

Tu boca de insecto

Ya no espera la saliva dulce y espesa de ese beso

De Amantis eslava y religiosa,

Y no escuchas la carcajada de ese grosero clown

Que te golpeó bajo, y las risas de tu querida jauría de mercaderes señalándote.

Cuántas veces cantaste solitario ante la muralla china,

Como un monje oriental

Antes de que llegaran las hordas de los bárbaros.

Otro día en el calendario de los hombres

Mientras el computador

Suelta una carcajada fluorescente de pantalla…

El amor,

Una quimera de nuestro tiempo, no será la redención…

Mejor pensar en el silencio sabio del virtuoso del hambre.

Todo afuera sigue igual,

Solo cosas más computarizadas,

Mientras recorremos el desierto de nuestras almas.

Los dioses

se desmoronan

como colosos de arena

En la solitaria avenida del retorno.

El invierno arrecia

contra las ventanas

de nuestros corazones.



1 estrella2 estrellas3 estrellas4 estrellas5 estrellas (2 votos, promedio: 2,50 de 5)

Dikt La carta a franz kafka - Omar García Ramírez