Dikt La visiÓn de antonin artaud
Eran rocas
febriles y pálidas
Rocas de cicatrices plúmbeas
/como poemas revelados bajo una luz de
fósforo mineral;
Rocas que hacían de mi senda,
/no lo creado por un Dios
Sino… el temor de lo no creado por los hombres,
Lo no tocado por el tiempo;
Huellas de pasos ya fosilizados,
/animales pesados
Que se habían enfrentado en estos cañones desérticos…
Animales furiosos de pieles húmedas
/y garras poderosas.
Sabía que al llegar a la aldea Tarahumara
Tostado por el sol y el viento despiadado de la
Sierra mexicana,
Una sonrisa de temida libertad,
júbilo de bestia armónica
Cantaría como una cascada
/fresca en mi espíritu.
Una niña de dulce mirada
Recibió con ternura mi agotamiento y calmó la
Ansiedad de ese largo viaje, con un cuenco de agua en donde el cielo temblaba.
Hablé con el Chaman de la comunidad;
Un anciano de frente cuarteada y ojos profundos
/como un lago de montaña.
Durante las tardes paseamos por los
Alrededores del pueblo
Conversando en un rudimentario español sobre
Mi preparatoria iniciática.
Respiré fuertemente
el cálido y puro aire de esos días
Mientras fortalecía mi cuerpo con ejercicios
Lunares y antiguos
Como: golpear con las palmas de las manos
Ciertos puntos de mi cuerpo,
Durante horas enteras;
O permanecer con los brazos en la posición de
/quien
Desea alcanzar una estrella.
Ejercicios que exigían todas mis fuerzas
/en un empeño de conocimiento misterioso.
Después me sometí
a un ayuno prolongado
y fui sintiendo una embriaguez de ave
/ligera,
Águila sobrevolando un desierto de arcillas
Terracotas.
Llegado el esperado día
Bebí de una fuente negra
y me embriagué en el sagrado zumo
/del cactus,
Me retire solitario a una cueva
Donde el Chaman me ordenó esperar
La presencia del Nathual;
Allí yo era un coyote y la luna me enamoraría
Con refinadas
artes de doncella oriental.
Comía setas y bayas azules dispuestas sobre
Escudillas de cerámica ritualizada;
Y observaba criaturas de fuego que
/danzaban con pies ligeros
sobre una hoguera donde crepitaba el
/oro.
El chaman me había advertido sobre los
Peligros del «sendero»:
«Para procurar los «ayudas», es mejor no seducir
A los elementales….
Dominarlos serenamente en su medio,
Es tu objetivo.
El cactus peyote, te da sólo lo que vibra en ti y
Por ti se manifiesta,
Y es, ésta observación y lucha lo que te da la fuerza».
El tiempo fluía lento como un río
Otras veces cual rítmico y pesado tambor
/cuero de cabra al medio día…
Entendí que esta presencia se hacía piel de
/tierra,
Cuando en las paredes de la gruta
Aparecieron símbolos rojos y negros
y las piedras comenzaron a destilar un
/calor infernal.
Y apareció como una energía que no decaía,
Que lo arrollaba todo con la fuerza de un torrente
Lava-hirviente.
Aleteo de pájaros excitados en la noche,
Una gran víscera de Dios olvidado,
/herida de guerrero no cicatrizada;
Oleada de bisontes rojos sobre la pradera;
Puñal de ónix en mi garganta,
Vegetal multicolor y venenoso
Inundándome las venas, quemándome el cerebro.
Una deidad moraba obscura en mí
Con su cara de lagarto pétreo
Devoraba, una a una, mis palabras.
Y era él, …
El demonio de la tribu.
La historia de su muerte y la sombra de su guerra,
Entonces grité horrorizado
Y mi lamento se extendió
sobre la nocturna sierra.