El autor Oswaldo Escobar Velado

Triste los ojos, sin instante grato. Sudoroso, explotado, no rendido, Sin el derecho a descansar un rato En el trabajo […]

Atacante, atacado, no vencido. Bernardo de O’Higgns con sus sueños grandes Te cubre para siempre. Estás ungido En la nieve […]

Te podrías llamar Simón Bolívar; o Domingo Faustino Sarmiento, porque eres El más hondo metal de la pureza. Te podrías […]

Una llama que canta es la chiltota En la mano del niño aprisionada. Aprisionada en su regazo brota La llama […]

Me voy por los azules caminos de mi dicha Con el alma desnuda; Te estoy amando casi como te amaba […]

El salario en la fábrica está bajo No alcanza la moneda. Ya no hay nadie que pueda Vivir con lo […]

Bajo este viento negro que golpea la noche, Lejos del tremendo fastidio de las ciudades grandes Quiero decir mi canto […]

Blanco se vuelve el aire que te mece En torno de tu cielo y tu ternura. Para cuidar tu mundo […]

Quisieron detener tu impulso azul Para que en tu clima de maíz sonoro Se apagara la llama musical de tus […]

Valiente la Policía. Orden de los coroneles. En los días más amargos Mataron a dos mujeres. Fue enero de alas […]

Una percha adquirida a precio módico. Tres ladrillos aspiran a cocina Colocados de intento en una esquina. Un gran quinqué. […]

Vienes desde la ausencia, taciturna, Traes islas de humo entre las manos, Tu pupila como una flor nocturna Aroma mis […]

Venid a ver conmigo Este mapa de mi tierra sulfurosa y volcánica. Venid a ver este dolor que estalla Aprisionado […]

Esta es mi Patria: Un montón de hombres; millones De hombres; un panal de hombres Que no saben siquiera De […]

El mar y el cielo azul… duerme la arena Su placidez de brazos siempre abiertos; Mientras la tarde en lacitud […]

En la cabeza india de Francisco Gavidia Estás volcán perenne como una estrella clara. En cada poeta nuestro regalas tu […]

Así como naranja, conocida Sencilla así, como guitarra y luna, La calle donde vivo es como una Quietud amable en […]

Se persignó la tarde en tus ojeras Con un «por la señal» de catecismo Cuando en tus ojos – piedras […]

Te regalo una paz iluminada. Un racimo de paz y de gorriones. Una Holanda de mieses aromada. Y Californias de […]

Pienso en los niños pobres de mi tierra… En Colorado Springs no hay gente mala. Cómo quieren al perro y […]