Dikt Bailarina de topless
(a Karen Bahuer, la que conocí en la página C-7
Del diario El Mercurio de Santiago, Agosto de 1997).
Acostados tú y yo,
Somos alguien más que un par de sábanas que tienden un misterio.
Llega a mi vieja agenda
Con la costumbre de otro rostro.
Su cuerpo de larga duración,
Da vueltas en la imaginación de quienes la conocen
E inscribe su nombre en un año bisiesto
Sin más suerte que la derogación de su propio onomástico.
No descarto que el móvil haya sido un error voluntario.
Ella se ha graduado de intérprete en una universidad privada,
Lee a Shakespeare y a Goethe en sus horas de ocio.
Próxima, la noche se deja caer
Con la timidez de un espejo que ha perdido el reflejo
Los primeros temores en su debut de bailarina de topless.
Quizás regresa al mismo farol
Con la eterna duda de continuar desatando amores prohibidos,
Que nadie sabe si existen a las cinco de la madrugada.
Que no llame a engaño tanta retórica,
Ella debutará en su cama cinematográfica
Con la experiencia de una mujer que tiene más de cuatro décadas.