Dikt Una historia de dudosa alegría
(a Jorge Thellier en un bar de Matucana)
Llueve desde el poniente en Santiago,
Mi rostro entristece la tarde,
Mi camisa cae bajo la sombra de un transeúnte.
Ebrio y noctámbulo convoco a Jorge Thellier
Para inventarnos historias de dudosa alegría,
Mujeres que sonríen con guiños de complicidad
Y juzgan con rigurosa parsimonia cada uno de nuestros gestos.
Tenemos cada día más de setenta años
Un silencio sin límites nos envejece constantemente,
No culpamos al destino de la suma total de nuestros errores,
Al hombre de otra historia que nos hemos convertido.
Viciosamente existimos
Escuchando debajo de este puente
Algunas historias de sus primeros habitantes.
A este vino le han quitado el derecho de brindar
Por nuestra pena.