El autor Pedro Calderón de La Barca

Éstas que fueron pompa y alegría despertando al albor de la mañana, a la tarde serán lástima vana durmiendo en […]

Estoy, Señor, de mí tan desprendida, Y de toda afición tan apartada, Que, por el don que os intereso, nada […]

¿No me conocéis, serranos? Yo soy el pastor de Filis, cera a su pecho de acero, esclavo a sus ojos […]

¡Oh tú, temprano sol que en el oriente de tus primeros años has nacido coronado de luz resplandeciente, salve! Y […]

-Dime: ¿por qué suspiras, Bendita madre, Cuando de regocijo Tiemblan los aires? Di: ¿por qué lloras? ¿No oyes que las […]

El día que tú te cases, Y no te cases conmigo, ¡que lástima le tendrá El Amor a tu marido! […]

(A D. Ángel María Chacón) ¡Lío tabaco en un papel; agarro Lumbre, y lo enciendo; arde, y a medida Que […]

Solo, negado, escarnecido, muerto, Enclavado en la Cruz, ¡oh Jesús mío!, La frente inclinas sobre el mundo impío, En la […]

(A la Marquesa del Salar) ¡Cuán airosa y ufana en la corrida Irá la noble fiera, engalanada Con tan bella […]

Segismundo: ¡Ay mísero de mí, y ay, infelice! Apurar, cielos, pretendo, ya que me tratáis así qué delito cometí contra […]

Hurí de cabellos de oro: Dícenme que quieres tú Que te cuente un cuento moro…- Uno sé que es un […]

Si el instrumento de mis labios templo para cantaros, Virgen especiosa, obra de Dios tan única y dichosa, que sola […]

«Año nuevo», ¡qué sandez!, Hoy pregona el añalejo, Sin ver que es un año viejo Que ya a servir otra […]

Gentil palmera lánguida crecía Entre los muros de cercado huerto, Y, amortajada en su ramaje yerto, Cual alma sin amor […]

Insomne y soñoliento; con bufanda (recuerdo del turbante) en el estío; Ajeno su magnánimo desvío Del siglo a la ruidosa […]

(Pintado por mi amigo el Sr. D. Ignacio Suárez Llanos) Al verte, ¡oh grave pintura!, Entrar en mis lares hoy […]

¡Detente, pasajero! Aquí reposa El Adán de los vinos jerezanos, Padre de tantos ínclitos ancianos Como duermen en torno de […]

Por la primera vez hoy es tu día…- ¡Ven a mi corazón, prenda adorada…, Orgullo de la esposa más amada, […]

¡Oh tú, que estás sepultado en el sueño del olvido, si para tu bien dormido, pata tu mal desvelado! Deja […]

«¡Yo no quiero morirme!» -dice la niña, Tendiendo hacia su madre Dos manecitas Calenturientas, Cual dos blancos jazmines Que el […]