El autor Pedro Salinas

Navacerrada, abril Los dos solos. ¡Qué bien aquí, en el puerto, altos! Vencido verde, triunfo de los dos, al venir […]

Pensar en ti esta noche no era pensarte con mi pensamiento, yo solo, desde mí. Te iba pensando conmigo, extensamente, […]

¿Por qué tienes nombre tú, día, miércoles? ¿Por qué tienes nombre tú, tiempo, otoño? Alegría, pena, siempre ¿por qué tenéis […]

No preguntarte me salva. Si llegase a preguntar antes de decir tú nada, ¡qué claro estaría todo, todo qué acabado […]

Si no es el mar, sí es su imagen, su estampa, vuelta, en el cielo. Si no es el mar, […]

No, no dejéis cerradas las puertas de la noche, del viento, del relámpago, la de lo nunca visto. Que estén […]

Posesión de tu nombre, sola que tú permites, felicidad, alma sin cuerpo. Dentro de mí te llevo porque digo tu […]

Si te quiero No es porque te lo digo; Es porque me lo digo y me lo dicen. El decírtelo […]

Afán para no separarme de ti, por tu belleza, lucha por no quedar en dónde quieres tú, aquí en los […]

El alma tenías tan clara y abierta, que yo nunca pude entrarme en tu alma. Busqué los atajos angostos, los […]

Se te está viendo la otra. Se parece a ti: los pasos, el mismo ceño, los mismos tacones altos todos […]

Mientras haya alguna ventana abierta, ojos que vuelven del sueño, otra mañana que empieza. Mar con olas trajineras -mientras haya- […]

Amsterdam Esta noche te cruzan verdes, rojas, azules, rapidísimas luces extrañas por los ojos. ¿Será tu alma? ¿Son luces de […]

¡Qué cuerpos leves, sutiles, hay, sin color, tan vagos como sombras, que no se pueden besar si no es poniendo […]

Estoy pensando, es de noche, en el día que hará allí donde esta noche es de día. En las sombrillas […]

¿Serás, amor, un largo adiós que no se acaba? Vivir, desde el principio, es separarse. En el primer encuentro con […]

Para cristal te quiero, nítida y clara eres. Para mirar al mundo, a través de ti, puro, de hollín o […]

Mirar lo invisible La tarde me está ofreciendo en la palma de su mano, hecha de enero y de niebla, […]

¿Las oyes cómo piden realidades, ellas, desmelenadas, fieras, ellas, las sombras qeu los dos forjamos en este inmenso echo de […]

Ya está la ventana abierta. Tenía que ser así el día. Azul el cielo, si, azul indudable, como anoche le […]