Dikt Genesis
En sus mentes estaba la idea.
Tenían además el poder para llevarla a cabo.
Los dioses iban a inventar el mundo y a los nuevos seres que lo habitarían.
(Ellos sabían desde siempre que sus creados irían perfeccionándose en su calidad humana y sabían también que a medida que esto sucediera, irían
Dejando atrás su calidad divina. Lo sabían
Pero tenían decidido dar a estos seres un don maravilloso:
El libre albedrío.)
Al caer la tarde del día señalado,
Los dioses juntaron sus manos con las palmas hacia el cielo y
La energía de los ancestros se irradió desde allí hacia el infinito
Y así fue
Como surgió el camino
Que dio paso a la esencia de los nuevos seres.
Ella, la encargada de contar la historia, cargó de colores los pinceles y con trazos precisos, configuró el boceto de los hacedores, de la energía manante y de lo creado.
Y el mundo sucedió por fin…
En los rojos de la sangre torbellino,
En el verde de la inconmensurable pradera,
En el dorado maíz de la esencia,
En el cobre magnífico de la piel
Y en el toque de añil
Con que dio a luz el arcoiris.
Marta R. Rivolta