Dikt Un día en mi vida
Antes de que suene
El soniquete del despertador
Ya te has levantado
Vivaz
Falto de sueño
Al entrar
Le das los buenos días
A la chica de la tienda
La que parece que con sus manos
Te ha horneado
Hasta el trigo de la luz
Del aire
De la oficina
En la trastienda
Y que tan profundo
Respiras
Y ya te sumerges
En la rentabilidad
De las obleas de miel
O en el de las tizas de regaliz
Y piensas cambiar de sitio
Los besos de azúcar
Y los corazones de princesa
Ponerlos en la entrada
Y te llega mezclado
El olor del pan de bogavante
Con el de sol de maíz
Junto a ese de cristal
Tan crujiente
Que parece hecho
Con harina
De espejo
Deshilachado
Y vas recibiendo
A mercaderes
Que te vuelcan su alforja
De mil y una gollerías
Sobre tu mesa
Tantas
Que al final de la mañana
Parece
Que vas a dar
Un festín
En la oficina
De vez en cuando
Mientras haces las cuentas
Estallas en la boca
Una macadamia
O un puñadito de arándanos
O de jengibre
Siempre un par de avellanas
Con las que haces
Malabares
Al salir del trabajo
Y ahora que subes por las escaleras
Los noventa peldaños
Llegas a casa
Acompañado
De un nuevo
Fiel amigo
Que no calla
Que parece como si ya fuera tuyo
Y tiene el mismo ladrido
De lebrel en corazón
Que el de aquel niño
Que se apretaba la mano
En el pecho
Para que no se le saliese
Y comes frugal
Que no sea
El estómago quien
De la tarde de un sueño de versos
Te la llene
De tamo de paja
O de hojarasca
Que la poesía
Bebe mejor del hambre
Y escribes esto
Y a media noche
Echas la jábega del sueño
Sobre el lomo de plata
Del mar del día
Que te deja
Cada vez
Un poco más huérfano
Al irse para siempre
Y ya de madrugada
Te despiertas a deshora
Y hasta que suene el soniquete
Vas pasando revista
Por tus habitaciones
En silencio
Donde en una sabes
Vive ese pequeño dolor
Que espera
Que lleva
Escondido dentro de ti
Más de mil años