Dikt Jorge folch
Había suficientes parras en tus párpados
Para dormir al sol, si así te parecía:
Yo sé que sabías eso y también que yo recorro
Las mismas calles que cruzaste intentando
Convertirlas en múltiple escenario de ti mismo,
Las noches que volviste mosaico de ocios o de sueños,
Antiguas piezas únicas hechas de alcantarillas dominadas,
De cementerios asaltados, un solo desierto o arco
Tensado para extremar, para extremar en lo posible
Y hasta el fin la vida. Y yo sé, yo te acompaño
O te conozco sabiendo sobre todo que quisiste
Ser hijo de un pretor de Tarragona,
Llamarte Creso Libio, nacer de una uva azul
Y ser el sátiro y el mago y varios faunos
Y que a través de extraños poemas sólo tuyos
Conseguiste serlo antes que el agua
A los veintiún años te negara
La vida y las palabras. (No sabes cuántas veces
He repasado tus ojos y tus manos mientras
Inútilmente buscaban salir de la cisterna
Ni cómo he maldecido el por qué no pensaste
Que había llovido quizá demasiado).
Y aunque cuarenta años pasan como nada
Cuarenta forma el estúpido espacio
Que nos separa – cuarenta de tu alumbramiento
Al mío, casi cuarenta de tu muerte a ahora.
Pero mentirá quien diga que no nos hemos conocido.
Porque más allá de las ciudades y la sangre,
De verso en verso alguna vez
Se anula el tiempo – o quizá soy yo, que te recuerdo.