Dikt Praga
Yo nunca he estado en Praga, pero le sueño jardines,
Escaparates llenos de temblorosos misterios y también
Que los tranvías se alejan justo con la extraña forma
Que cursi como soy siempre me ha hecho
Llorar por los falsos recuerdos.
Si llega la noche populoso soy y la atravieso
O me pierdo en una fiesta y no entiendo
Por qué estoy ante las ventanas
Que se esconden en las anónimas piernas
Preguntándome con insistencia cómo fue
Que le crecieron a nuestro amor tantos nenúfares
Y a la vez dándome por fin perfecta cuenta
De que la soledad siempre ha sido una flor seca
Que alguien se dejó olvidada en un ojal.
Y es que aunque yo nunca he estado en Praga
Le sueño – ya lo ves – jardines, tranvías,
Baile y despedida y cosas parecidas;
Y sueño también que con tan frágil materia
Un día hago un poema, que tú lo lees
Y que con cualquier motivo me traes – sorpresa –
Dos billetes de tren para el sitio
Que me ha dado por llamar de esta manera
Y que entonces yo tengo que aunar
Afecto y paciencia para decirte aquello
De no despertéis al amor con vuestros pasos,
Aquello que no sé ahora quién lo ha escrito
Pero sí que dice distinto según el ánimo o el día
Y que quizá simplemente es -¿lo entiendes
Ya, estúpida mía?- aquello mismo.