El alfanje secreto (ii)
La plaza de tu sueño es una algarabía de razas que contemplan el viejo palmeral. En esa plaza miras fluir […]
La plaza de tu sueño es una algarabía de razas que contemplan el viejo palmeral. En esa plaza miras fluir […]
«Blow, winds and crack your cheeks» Shakespeare Sobrevuelan los buitres mi ceguera de nieve. Ladran los perros. Anda despierta la […]
Igual que una gacela herida por la tarde, el dolor se refugia en la humedad del huerto. Las sombras tutelares […]
No te engañe la tarde serena del oasis que lentamente afina, desde la alfarería, la terca estalactita azul de la […]
Ya los músicos ciegos, con su salmodia oscura, cruzan lentos la Puerta del Leproso. El estuco dudoso de la tarde […]
Como un leproso oscuro, también tú has escapado bajo estrellas secretas, por sierras tenebrosas, por ríos rigurosos y desiertos salados. […]
La hora de los rabeles y los gatos, antiguos y silentes guardianes de las puertas del templo. Golpeas con una […]
«Sueño con los serrallos azules de Estambul» A. Colinas I Detrás de las almenas frágiles de los días, sólo una […]
«ed erra l’armonia per questa valle» (G. Leopardi) Sentado en una piedra he aprendido a mirar la tarde con los […]
Recostado en la arena, el buen Abul Jaqam te había prometido una noche de amor. Tras la primera unión se […]
» La lengua es un ojo» Wallace Stevens ¿Qué significa un sauce? ¿Llora con los pastores de Virgilio el paisaje? […]
En las encrucijadas de Basora el viajero se adiestra en el hábito cruel de la renuncia, en curvas de laberinto […]
Como a los lobos negros que por la noche bajan, envueltos en la sombra, al río para beberse estrellas y […]
«Así tuvo lugar el único viaje» F. Brines I Surcarás otros mares de amarga geografía. Volverá con las naves la […]
Los puentes van trazando su leve alegoría del mundo: los puentes se atraviesan mirando el vado oscuro que dibuja en […]
«Veo llegar cada tarde mis restos a la playa» J. Rodríguez Marcos I Así como el que cuenta sus denarios, […]
Como la torre que en la costa aguarda, cercada de palmeras y arenales, el improbable ataque berberisco; como la torre […]
Ya vas rindiendo al tiempo su sórdida alcabala: este rastro de azufre de los hijos del trueno, este limón salobre […]
Cuando estabas mirando las naranjas amargas de los huertos de Murcia, el hijo de Ismaíl, el ciego del mercado de […]
Aunque entre sus mayores se pudieran tal vez contar Mutasim mismo y quienes lo vencieron. Fernando Quiñones La almendra de […]