Dikt Chio sam
Dice mi madre que no es posible
Que yo recuerde el olor a pan
Ni el bambú sosteniendo el vapor que se escapaba
De la cocina de mi abuelo.
No es posible que recuerde su canto en cantonés
En su mirada delgada y orgullosa
En su bastón y sus zapatos quietos.
Veo todavía el olor a cigarro y sus dientes amarillos
La vitrina, el nombre rojo del lugar
En que mi abuelo cocinaba
Y los trajes, los inmóviles sombreros
Contemplando el pan blanco
Almohada tenue que envolvía
El sabor definitivo del almuerzo.
Veo la penumbra y sus palabras cortas
Como las galletas adivinas
Que ahora dan en restaurantes chinos
Y que mi abuelo no supo ganarían algunos clientes
Y una expectativa más
De lo que debemos ser o dar los orientales.
Crecerás
Construirás murallas
Olvidarás la marcha detenida
En el café de mesas rojas
Y la cascada de cubiertos a lavar
Interminable detergente al fondo
El vapor del pan blanco
Suave
Tibio.
Pero mi madre dice es imposible
Que yo entendiera los avisos del abuelo:
Yo no hablaba aún y él
Sólo cantaba cantonés.