Dikt Lechusa
Sos un bicho infelís. Naides te quiere.
De tuitos laos vivís escurrasada.
Y hasta los mesmos pájaros te juyen
Porque tienen a menos tu compaña.
Cierto que con tus ojos amariyos
-que aujerean la noche más toldada-,
Con tus patas cuartiadas y macetas
Y tu pico dao güelta, sos fierasa.
Cierto qu’en lo sanguanga y desabrida
Ni el Juan Grande t’iguala,
Y que tu canto es un chiyido sonso
Que ni a un gurí de teta li hace gracia.
Pero eso no es pecao. Hay otros pájaros
Que son fieros tamién, y que no cantan,
Y algunos, como el toldo,
Que de haraganes ni pichones sacan.
Y solamente a vos te tienen tirria.
Hasta se ha dao en crer que tráis disgracia,
Y que andás en negocios con mandinga
Y le chistás, de noche, cuando pasa.
Y no falta quien diga
Que a la muerte tamién solés cuartiarla,
Y que hay velorio en fija
Cuando gritás tres veces enrabadas.
Vos, como si supieras que te odean,
Vivís lo más del día acuquinada
En la puerta’e tu cueva, o en un poste,
Bombiando con recelo a los que pasan.
Sólo de noche te sentís a gusto,
Porque la noche no se fija en fachas,
Y a tuitos, pa que no haygan diferiencias,
En el luto’e su poncho los iguala.
¡Qué destino amolao! ¡Sin un delito
Y a matreriarle al chumbo condenada!
¡Sólo porque Dios t’hiso fiera y triste
Y te negó la cencia’e las calandrias!
Hay hombres como vos. Naides los quiere.
Son como oveja negra en la majada.
Y más pobres que vos, más infelices,
Porque pa juirle al mal, ¡carecen de alas!