Dikt A katya miranda
Hay una niña que abre un libro de cuentos.
Ella, palabra de amor, sílaba de sueños,
es un jardín de risas, ama a su perro.
Pinta abrazos y soles para su pelo.
Ella duerme en las tardes y hace tareas
su boca cantarina llama a su hermana.
Juntas inventan mundos donde son flores
y árboles, que amorosa, besa la tierra.
Es una niña clara como la lluvia
manantial… si está triste.
No abre su puerta blanca a las mentiras
su corazón es bosque, su madre, cielo.
Hay una niña que abre un libro de cuentos
y de pronto la noche es pesadilla
todo gira a la inversa, ella está sola
con su grito y su angustia
sola en su súplica.
Una mano que ama se vuelve garra
uno a uno desangra todos sus sueños
en minutos la muerte devora pájaros
siembra el dolor y el llanto
en las manos abiertas de una niña.
Hay un libro de cuentos que está cerrado
una niña misterio dentro de sus páginas
un abrazo homicida, perenne, impune
una ley que se tuerce contra la vida,
¿Quién devuelve nidos y árboles
a las manos tan limpias de Katia?
¿Quién se atreve a jurar su derecho
a soñar con un mundo de iguales?
¿Quién le presta un cuaderno
donde escriba confianza
sin que sangre su miedo
sin que un gesto falaz y asesino
la aniquile y la haga pedazos?
¿Quién defiende a miles de niños y niñas…?
Hay un libro de cuentos cerrado.
Hay culpables en casas abiertas.
Un enjambre de mentira y muerte
un desgarro que lucha por ser esperanza.
Hay un país al que le queda muy grande su nombre…