Dikt A neftalí reyes
A mí que no me pregunten
En qué fecha usted nació,
En qué año ganó el Premio Nobel
O cuál es la lista completa
De sus nisecuántos
Y extraordinarios libros.
A mí que no me pregunten
Por Matilde Urrutia,
O por la de los veinte Poemas de amor,
O por los senos de las colinas,
O por las que le arreglaron su corbata,
Cuidaron de su gorra
Y se quedaron absortas
Con el humo de su pipa.
A mí que no me pregunten
Por todas las que socavó
Con su cuerpo de labriego.
Yo solo puedo dar razón
De los árboles que Ud. Remece
Con ternura y con fiereza
Para que caigan las posibilidades verdes
Y las nueces escondidas.
SIGLO xx
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Puedo atestiguar que por Ud.
Muchos frotan sus ramas
Y descubren la chispa,
Así como también
Muchos cogen sus piedras
Y terminan honderos.
Yo solo puedo informar
De sus navegaciones y regresos,
Del anda llena de herrumbre,
Infectada de algas
Que usted, sin más ni más,
Solo porque le dio ternura,
La recogió y se la llevó para su casa.
Puedo hablar de sus palomas llenas de plazas
Y de las miradas de mujer
Que usted hizo volar como palomas.
Puedo hablar del crujido
De su marina pisada
Encima de los muelles,
Y de sus cejas arqueadas
A la caza de todo lo que hace la vida.
Usted nos enseñó a mirar con los lentes
Que están encima
De la nariz del alma.
Por usted conocimos las palabras infinitas,
Las palabras hachazos,
Los versos subterráneos
Y la cara escondida del cavernoso idioma.
Por usted nos dolió
El lomo del obrero,
El lomo del cansancio,
El dedo traspasado de la flaca costurera,
El hueso caderudo de la madre delgada.
Por usted nos dolió el Septiembre y su próstata
Y todas las uvas abatidas
De los vasos funestos.
A mí no me pregunten cómo, cuándo, dónde, por qué
Con quién estuvo tal día, tal fecha y tal hora en alguna parte,
Yo solo puedo informar que desde su humo sale
El corazón de la sopa
Y la pancarta creciente de las cucharas,
Pablo silencio ahora terno vacío Neruda.