Dikt Indeleble
Vino espumante
el sueño de la luna,
refrescada de rocío.
Pasaste altivo frente a mí
palideciendo mi sonrisa,
y fue crepúsculo tu andar.
Lámpara de mi alma solitaria
arrasada por un viento musical,
cayó en la profundidad de tus ojos.
No temas corazón,
que la belleza inconfundible de su risa
creó un manto de lirios en mi alma palpitante.
No temas ya,
que las rosas, aún en apretados capullos
se enriedan en la luz primera de cada despertar
depositando en mi alcoba el temblor de tus labios.
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