Dikt El grito
Voz cruel que cuando demonios me inquietan
Torturas con tu verbo mi mente subyugada.
Carcajeas en el aire por mi cuerpo magullado
Y los anhelos rotos de mi juventud diezmada.
Tus víctimas suicidas a mi lado replican
Su minuto final, entre angustias tempranas.
Extirpando con dagas mi corazón enlutado
Para atarlo a mis manos con sus venas cortadas
Y mostrarme de frente, con lamento obstinado,
La dulce tentación que la muerte desata.
¡Pero cierro mi labios y arranco mi oído
Para no escucharte, no hablarte, voz que me llamas
Entre el verso maldito que esta noche recito,
Con el amargo calvario que tu silencio apaga!
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