Muérdagos furiosos retintaron los árboles
Muérdagos furiosos retintaron los árboles. Hubo una llamarada en cada objeto. La misma inquieta llama compartida por los amantes frente […]
Muérdagos furiosos retintaron los árboles. Hubo una llamarada en cada objeto. La misma inquieta llama compartida por los amantes frente […]
Desconcertado es el tiempo porque sus atardeceres caen en esta laguna donde las garzas vuelan. Otras aves desgarrarán el pecho […]
Soledad de Abajo y la brumosa mesa del café. Puerto de la Concepción y el viaje que no has de […]
En las tardes, cuando los hombres besan a sus mujeres por las calles y se hacen el amor como jóvenes […]
He sembrado mi nombre en la tierra dorada donde habitan tus besos y canta la esperanza. Mujer de dulces frutos, […]
En los claustros, al norte de Manhattan, existe un unicornio en cautiverio. Preso en los tapices franceses del siglo XVI, […]
La madrugada en que los gallos se volvieron locos y la Torre de Pisa fue mutilada por cantar cantares de […]
Me duele el siglo recién muerto, con sus ojos nostálgicos y su mirada letal de adormidera, la semilla en el […]
Hay usura y amor en la olla podrida de mis huesos. Viene una canción que a todos nos concierne. Lóbrega […]
Nadie ha tirado estas hojas, las trae un viento maduro y macizo de fustas y golpes categóricos. Las hojas contradicen […]
Mírame, por dios, desde lo oscuro; ahonde cada sombra de estos árboles tu recuerdo. La luna, las baldosas, los arcos […]
Mi tiempo, padre: Himnos de guerra y tableteo de metralletas. Lo estoy viviendo apenas pero lo estoy viviendo. Soy el […]
Sólo y distante de las ínsulas, bajo este sol que el mediodía calcina y los demonios de la luz deslumbran. […]
Vendrá su telaraña de palabras a ensombrecer el pensamiento, el lúdico festín de la memoria. Vendrá entre lejanías que agrietan […]
El hombre que despierta y ve su imagen reflejada en el fondo del espejo, retorna de otro mundo; es un […]
Duerma la virgen su pasión secreta. Sueñe con su preñez la joven desposada. Tal para cual, en el espejo, el […]
Montes de orégano en la noche crecen y se diluyen en la madrugada. Un árbol es la torre de la […]
Vamos a trabajar el pan de este poema. Hay que traer un poco de alegría; que cada quien tome su […]